La España coja
PSOE y Ciudadanos se repelen, pero los españoles necesitamos que se atraigan
La ironía de estas elecciones es que han ganado los dos partidos con mejores propuestas para los grandes retos del país —la inclusión social (PSOE) y la competitividad (Ciudadanos)—, pero no han vencido por, sino a pesar de, estas iniciativas. Durante la campaña, PSOE y Ciudadanos no priorizaron su ofensiva para mejorar la vida de los españoles, sino su defensa de una etérea “convivencia”, amenazada por la ultraderecha (para el PSOE) o los separatistas (para Ciudadanos).
Tanto PSOE como Ciudadanos no se han vendido a los electores como reformistas equipados con medidas de contrastada solvencia internacional contra la pobreza y el anquilosamiento económico. Se han presentado como conservadores del statu quo frente a sus enemigos (Vox o Puigdemont). PSOE y Ciudadanos sabían que moviliza más el miedo a perder lo que tenemos (los derechos de las mujeres o la unidad de España) que la ilusión de conseguir un país más equitativo y eficiente.
Cabe una lectura optimista. Muchos progresistas observaron los debates electorales con nerviosismo: ¿Por qué Pedro Sánchez no destaca el problema de la desigualdad y las soluciones socialistas y se enzarza en discusiones estériles sobre si España se rompe? ¿Por qué prefiere enfrentarse a la derecha en su terreno de juego y no en el suyo? Pero, por otro lado, constataron que esta estrategia funcionó. Y, como los aficionados al Barça cuando gana de penalti, piensan que es una pena vencer así teniendo a Messi, pero que lo importante es ganar. Y que, una vez en el Gobierno, el PSOE pondrá en marcha sus iniciativas sociales.
Sin embargo, si el PSOE impulsa una agenda social con el apoyo de socios a su izquierda, España cojeará. Porque expandir del Estado de bienestar, como desea el PSOE, requiere modernizar la economía, como plantea Ciudadanos. Dinamarca es el país campeón en protección social, pero también en libertad para abrir y cerrar negocios, para contratar y despedir. Si, en lugar de flexibilizar nuestro mercado laboral y nuestras administraciones, las volvemos todavía más rígidas y funcionariales, como se pretende desde posiciones ortodoxas de izquierdas, España no podrá pagar el aumento de gasto público.
PSOE y Ciudadanos se repelen, pero los españoles necesitamos que se atraigan. Porque el peligro no es una España roja, sino coja. @VictorLapuente
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