Nadie quiere las memorias de Woody Allen
Cuatro grandes editoriales han rechazado el texto del cineasta, caído en desgracia por las acusaciones de abusos de su hija Dylan Farrow
Woody Allen, cuya reputación personal está en entredicho en la era #MeToo, tiene unas memorias que le gustaría publicar pero nadie quiere comprarlas. Según informa el diario The New York Times, los ejecutivos de cuatro importante editoriales afirman que el director tiene un manuscrito que ha ofrecido a lo largo del último año pero no ha recibido ninguna oferta para publicarlo.
El cineasta ha visto disminuir su reputación en Hollywood a lo largo de los últimos años. Todo comenzó cuando su hija Dylan Farrow habló por primera vez sobre que Allen abusó de ella cuando era niña, algo que él siempre ha negado. Actores que una vez protagonizaron las películas del director, como Greta Gerwig, Ellen Page y Colin Firth, han expresado su pesar por haber trabajado con él. A Rainy Day, su último trabajo, que se iba a estrenar está aparcado sin fecha de estreno. Y, Amazon está decidido a congelar su contrato que incluía cuatro películas más. Sin embargo, otros actores como Javier Bardem y Anjelica Huston han dicho en las últimas semanas que seguirían poniéndose a sus órdenes sin ningún problema.
Allen ha presentado una demanda de 68 millones de dólares contra Amazon por incumplimiento de contrato. Casi dos meses después de que Woody Allen denunciara a Amazon por no estrenar su último filme, A Rainy Day in New York, los motivos detrás de la decisión de la productora estadounidense se han hecho públicos. En un documento enviado a un tribunal de Nueva York, la compañía alega que los comentarios sobre el #MeToo realizados por el director, de 83 años, han "saboteado" los intentos de Amazon de promocionar sus películas.
La productora asegura que las manifestaciones de Allen sobre el movimiento global que ha llevado a miles de mujeres a denunciar públicamente haber sufrido abusos sexuales "justifican" la rescisión del contrato firmado con el director. Y añade: "Allen realizó una serie de comentarios públicos en los que sugería que no había captado la gravedad de este tema [los abusos sexuales]", aseguran los abogados en el documento presentado en el juzgado este miércoles. Los representantes legales de Amazon citan entre estos supuestos intentos de sabotaje la simpatía que en público Allen ha mostrado recientemente por Weinstein, el productor cinematográfico sobre el que arreciaron las primeras denuncias del #MeToo. También las críticas realizadas a su hija Dylan Farrow por "usar cínicamente el #MeToo". Allen dirigió estas palabras a su hija cuando esta reiteró, en plena cascada de acusaciones hacia destacados personajes públicos, que su padre había abusado sexualmente de ella.
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