10 álbumes ilustrados para regalar a los más pequeños

En esta auténtica obra de arte del escritor e ilustrador británico Tom Percival se unen dos factores que hacen de El mar lo vio un libro imprescindible. Por un lado sus ilustraciones, que incluyen referencias a algunas de las más de 125.000 obras de arte de la colección del Rijksmuseum de Amsterdam a las que se puede acceder online a través de la web del museo. Por otro, y fundamentalmente, la historia de esa niña que un día de tormenta deja olvidado su oso de peluche (que antes había sido de su madre y antes de su abuelo) en la orilla del mar y desde entonces se pasa la vida entera buscándolo mientras el mar, que lo vio todo, busca la forma de devolvérselo. Belleza, emotividad y lirismo en estado puro en un álbum que es una llamada a no rendirse.

El violín de Patrick es el primer título de Quentin Blake publicado por Blackie Books dentro de su colección 'Gran literatura para pequeños lectores', caracterizada por su maravillosa edición y por la cuidada selección de sus títulos. Un álbum, publicado originalmente en Reino Unido en 1968, que es una joya, como todo el trabajo del autor británico de 86 años, uno de los grandes maestros de la literatura infantil. Patrick es el protagonista de la historia. Pasea por un mercado de puestos ambulantes buscando un violín. Tras comprarlo, con el instrumento en brazos y haciéndolo sonar, camina por el bosque mientras a su paso todo se vuelve de colores en lo que es un canto al poder de la música, y del arte en general, para hacer del mundo un lugar mejor. Y Quentin Blake siempre ha sabido mucho sobre eso.

Premio Fundación Cuatrogatos 2019, Cuando mamá llevaba trenzas, escrito e ilustrado por Concha Pasamar, es una joya. Un álbum breve, evocador y poético (tanto en su texto como en sus imágenes), que nos invita a viajar a nuestras infancias para compartirlas con nuestros hijos. Como hace la niña protagonista de la historia al encontrarse una caja llena de recuerdos que le permiten descubrir el mundo de la infancia de su madre y heredar un pasado lleno de recuerdos, de emociones, de sentimientos, de veranos que eran eternos, de pueblos en los que todos se conocían y constituían una gran familia, de meriendas de pan, mantequilla y azúcar, de días enteros pasados jugando en la calle. Concha Pasamar nos ofrece con este libro un billete a la nostalgia, a esos tiempos en los que, parafraseando a Manuel Jabois, “siempre fuimos más felices y estuvimos más vivos”.

En su nuevo álbum ilustrado Marta Altés construye una bella, tierna y profunda fábula para indagar con gran acierto en la curiosa dualidad que se produce en la percepción del tiempo, un concepto maleable hasta el extremo como demuestra el hecho que parezca eterno para los niños mientras los adultos, que un día también fuimos niños y nos enfrentamos a su eternidad, nos pasamos el día hablando de su fugacidad y del tiempo que nos falta para llegar a todo. Cinco minutos más nos interpela a los padres en todo momento. Nos vemos reflejados en el padre del libro y vemos en sus hijos a los nuestros. Entonces caemos en la cuenta de que deberíamos vivir con menos prisas, al ritmo de nuestros hijos, que como demuestra el protagonista de la historia, saben mucho más del tiempo que nosotros.

Hay autoras de literatura infantil que sólo con mencionar su nombre ya generan expectación. Es el caso de Emily Hughes, cuyas ilustraciones y textos se esconden tras clásicos modernos del álbum ilustrado como Salvaje (Libros del zorro rojo), premio Llibreter 2015, o El pequeño jardinero (Impedimenta). Las expectativas se cumplen sobradamente en Charlie y ratón, Premio Theodor Seuss Geisel 2018, un álbum en el que Hughes pone ilustraciones a la historia de la escritora norteamericana Laurel Snyder. Y se cumplen las expectativas por varias razones: en primer lugar, por la maravillosa edición, marca de la casa en Impedimenta. En segundo término, por las ilustraciones de Hughes, que son pequeñas obras de arte. Y en última instancia por la preciosa, divertida e hilarante historia, dividida en cuatro capítulos, con la que Laurel Snyder nos narra las aventuras de andar por casa de dos pequeños y entrañables hermanos en los que los niños van a poder verse muy reflejados.

En su encomiable trabajo por recuperar clásicos de la literatura infantil, la editorial Kalandraka publicaba recientemente Cornelio, una fábula del célebre autor holandés Leo Lionni, creador de personajes ilustres de la literatura infantil como el ratón Frederick, que vio la luz originalmente en 1983. Cornelio es un cocodrilo que camina erguido, un hecho al que sus compañeros no dan la mayor importancia. Sin embargo, gracias a esa evolución y a su interés por aprender de otros animales, Cornelio tiene una visión más amplia del mundo que sus amigos no tardarán en valorar. Como suele ser habitual en los cuentos de Lionni, los textos y las ilustraciones de esta fábula que es una oda al valor del aprendizaje, del esfuerzo y del inconformismo bien entendido, son una invitación a pensar.

Con Natcha, la poética y fantástica historia de amistad entre un joven chacal (Natcha) y una niña, Helga, que decide abandonar su castillo y a su familia para escapar a la naturaleza con el animal ante la incomprensión y la persecución de su padre, la ilustradora francesa Mélodie Baschet se alzó en 2017 con el Premio Jérôme Main al mejor álbum ilustrado de un autor novel. Y con Natcha, la editorial Errata Naturae se adentra por primera vez en el álbum ilustrado de gran formato dentro de su colección Los pequeños salvajes. Y lo cierto es que no podían haber elegido mejor título. En primer lugar porque Natcha casa perfectamente con el espíritu de la editorial. Y en segundo término porque Mélodie Baschet puebla el álbum con bellas y poderosas ilustraciones que evocan de forma precisa y preciosa el poder de la naturaleza, ese poder que llama a Natcha y atrae a Helga en esta fábula repleta de mitología.

La combinación entre la escritora Amy Hest y la prestigiosa ilustradora Jenni Desmond, miembro de la Fundación Maurice Sendak y cuyos álbumes han sido traducidos a más de 20 idiomas, es garantía de calidad. ¿Quieres ser mi amigo?, publicado en España por NubeOCHO es la prueba fehaciente de ello. En este tierno álbum Amy Hest narra la historia de un perro y de un conejo que son vecinos, pero que viven en la más absoluta soledad, sin relacionarse uno con el otro. Una fábula que nos habla sobre la necesidad de romper barreras, físicas y psíquicas, para relacionarnos con otras personas. Porque aunque habitualmente no nos demos cuenta de ello, lo cierto es que en muchas de las personas cercanas pero desconocidas que se cruzan con nosotros a diario podríamos encontrar grandes amigos. Todo es cuestión de un primer paso.

Kobi Yamada, autor de ¿Qué haces con una idea? (BiraBiro), vuelve a lanzar una pregunta al aire en su nuevo libro, un álbum minimalista y poético, ilustrado por Mae Beson que nos explica cómo los problemas crecen cuando nosotros pensamos en ellos de forma permanente, preocupados y temerosos ante ellos. Lo mismo que sucede con el miedo. Por eso, intuyo, acostumbramos a ahogarnos en vasos de agua que nos parecen inmensos océanos. Sin embargo, como se encarga de recordar Yamada a los pequeños lectores (y a los no tan pequeños), no hay que tener miedo a los problemas, sino saber mirar en su interior, a la luz que desprenden donde nosotros, temerosos, solo somos capaces de ver oscuridad, porque esa luz está llena de oportunidades que abren la puerta a cosas buenas. Solo es cuestión de cambiar la mirada ante los problemas.

"Yo soy el animal más valiente que existe. Nada me asusta”, dicen todos los animales que circulan por las páginas de ¡Buu!, el debut como autor de Ben Newman, reconocido y premiado por las ilustraciones de la serie de álbumes ilustrados de divulgación científica El profesor Astrocat, publicada en España por Barbara Fiore Editora. ¿Seguro que lo son? La respuesta la descubrimos en este alocado, hilarante y colorido libro de estructura circular que a poco que se juegue con las modulaciones de la voz y se lea con intencionalidad sacará carcajadas a los más pequeños de la casa. Diversión asegurada.