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Un zapato escrito a mano

La artista sevillana Coco Capitán acaba de presentar en Milán su primera colaboración con Camper, un zapato de inspiración marinero que sirve para hablar de celebridad, rapidez, nostalgia y prejuicios

El modelo Lost Sailor de Coco Capitán es una variación sobre el zapato Brutus de Camper e incorpora colores marineros y cordones inspirados en las amarras náuticas.
El modelo Lost Sailor de Coco Capitán es una variación sobre el zapato Brutus de Camper e incorpora colores marineros y cordones inspirados en las amarras náuticas.
Carlos Primo

Hay un cierto aura de nostalgia en Lost Sailor, el nombre que la artista Coco Capitán (Sevilla, 1992) ha elegido para su primera colaboración con la firma mallorquina de calzado Camper. “Al haber crecido en España, Camper siempre ha estado ahí”, recuerda. “Cuando me propusieron esta colaboración pensé en lo que significaba Camper para mí, y el hecho de que la empresa esté en Mallorca fue bastante importante, porque he pasado, y sigo pasando, muchos veranos en Mallorca, navegando. De ahí vino mi idea de utilizar esos recuerdos para traducir la tramontana de las Baleares en un zapato”.

La artista Coco Capitán.
La artista Coco Capitán.

El resultado de la colaboración, presentado el pasado 10 de abril en la tienda milanesa de Camper en el marco de Milano Design Week, el evento más importante en el sector internacional del diseño, es una versión de Brutus, una de las siluetas emblemáticas de Camper. “He pasado muchos veranos navegando, pero aquí la estética es más de un zapato de trabajo que de un náutico”, explica. “Me gusta mucho la plasticidad en los objetos, y por eso quería hacerlo muy sencillo”.

Elaborado en piel y goma bicolor (negro y azul), el zapato cuenta con cordones inspirados en las amarras náuticas. La caligrafía de Capitán, una de sus señas de identidad, únicamente aparece en la comunicación de la marca y en una pequeña tira trasera en el zapato: toda una declaración de intenciones para una artista que, según sus propias palabras, se encuentra embarcada en una cruzada contra los tópicos y lo previsible. “Para mí hubiera sido más fácil hacer un zapato pintado con mi escritura, porque es lo que todo el mundo conoce, pero creo que uno de mis retos es no tener que utilizar ese tipo de elementos, y que aún así el zapato siga expresando quién soy”, apunta. “El reto era hacer un zapato que, incluso sin texto ni fotografía, hablase de lo que me gusta y lo que me representa: la ropa de trabajo, la plasticidad. Me gusta lo utilitario”.

En los últimos dos años, la vida de esta sevillana ha cambiado de forma drástica. Ha pasado de ser una estudiante anónima a trabajar para firmas de moda y acumular miles de seguidores en sus redes sociales. Ella, sin embargo, asegura que no ha sido para tanto. “Desde fuera puede parecer mucha explosión, pero desde dentro ha sido trabajar, estar en el estudio y viajar. Así, no tienes tiempo de que se te suba a la cabeza. Estoy muy contenta porque a todo el mundo le gusta que su trabajo se aprecie. No puedo pedir más”.

Asegura que su trayectoria ha sido atípica y que ha llegado a la moda, como quien dice, por casualidad. “Me mudé a Londres queriendo hacer Bellas Artes, y por historias de la vida terminé estudiando fotografía de moda y haciendo fotos para pagar mis estudios”, relata. “Empecé a obtener atención, y trabajaba tanto que casi no tenía tiempo para estudiar el máster”. Fue así como comenzó a fotografiar campañas para cabeceras internacionales y a colaborar con firmas. “La moda es un buen sitio para experimentar. Antes, a muchos artistas les asustaba trabajar en moda, pero el mundo del arte puede ser un entorno bastante esnob. Cuando iba a la universidad la gente me decía que no era artista, sino fotógrafa de moda. Pero a mí todo eso me parece muy aburrido. No pienso si soy fotógrafa de moda o artista. Yo lo que quiero es hacer cosas, aprender cosas nuevas, aprender, sin ir más lejos, cómo se hace un zapato. Creo que eso es positivo. Lo malo es que no haya consistencia en tu trabajo, así que me gusta colaborar, pero siempre con marcas que tengan algo que ver con una misma”.

Para el proyecto Lost Sailor de Camper, Coco Capitán ha creado objetos y obras como esta bolsa elaborada con velas recicladas en colaboración con North Sails,
Para el proyecto Lost Sailor de Camper, Coco Capitán ha creado objetos y obras como esta bolsa elaborada con velas recicladas en colaboración con North Sails,

Su colaboración con Camper, materializada ya en este modelo de zapato que está a la venta en la tienda milanesa de la firma y en la tienda online, refleja la honestidad de una artista que se encuentra volcada en sus exposiciones y obras propias. “Lo que más me interesa es estar en mi estudio y pensar en una pintura, una escultura, o un texto”. La caligrafía de Capitán, empleada en frases intimistas, juegos de palabras y ejercicios de estilo plenamente surrealistas, se ha convertido en una seña de identidad y también en un fenómeno en redes sociales. Incluso aunque, asegure, se encuentra en un momento en que las detesta. “Me parece todo muy denso y me parece que las redes restan mucha creatividad”, explica. “Son útiles para compartir pequeñas frases que lleguen a la gente que me interesa de forma instantánea. Pero los problemas llegan cuando empiezas a tener demasiados followers. Yo le presto ahora menos atención a Instagram que cuando me lo abrí. Me parece muy avasallador. Borro las apps y cuando necesito postear algo las vuelvo a descargar. A veces las uso para ver algo determinado. Pero pasarme el día haciendo scrolling me da mucha ansiedad y no me parece nada natural”.

Le preguntamos cómo combina esa naciente aversión hacia lo digital con un medio, el de las artes visuales, cada vez más orientado hacia la pantalla. “Bueno es que incluso la fotografía puede ser tangible. Mis fotografías, si vas a verlas a una exposición, a lo mejor miden tres metros. He estudiado fotografía durante cinco años para aprender cómo hacer ese tipo de fotos, que tengan detalles que solo puedas apreciar cuando te acerques… si lo reduces todo a una pantalla de móvil, todo pierde muchísimo. ¿Por qué limitar tu vida a un cuadrado tan pequeño?”.

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Sobre la firma

Carlos Primo
Redactor de ICON y ICON Design, donde coordina la redacción de moda, belleza y diseño. Escribe sobre cultura y estilo en EL PAÍS. Es Licenciado y Doctor en Periodismo por la UCM

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