10 fotosLas indígenas aimaras llegan a lo más altoLa historia de las cholitas escaladoras es un símbolo del ascenso de las indígenas en Bolivia durante los últimos añosEl País01 abr 2019 - 08:54CESTWhatsappFacebookTwitterLinkedinCopiar enlaceEn Bolivia un grupo de mujeres aimaras, autodenominado como 'las cholitas escaladoras', ha ascendido durante los últimos tres años las principales montañas del país. Recientemente han completado su último reto: subir a la cumbre del Aconcagua, la más alta de América Latina. Su historia es un símbolo del ascenso imparable que las mujeres indígenas han experimentado en este país durante los últimos años.Ana Lia Gonzales Magueño sale de su casa en el Alto para bailar Morenada (baile tradicional boliviano). Durante la última década, una nueva generación de mujeres indígenas bolivianas ha accedido a puestos de responsabilidad en el gobierno y ha ganado visibilidad en casi todos los sectores del país.El grupo de cholitas escaladoras, durante su primera ascensión al Huayna Potosi, en diciembre 2015.Elena Quispe Tincuta realizando su curso para guía de montaña en el glaciar viejo del Huayna Potosi. En Bolivia hay unos 70 guías de montaña federados, todos son hombres. Cada guía cobre entre 50 y 60 dólares por ascenso.Dora Magueño Machaca sale de su casa para emprender una nueva expedición a las montañas. Ana Lia Gonzales Magueño, Dora Magueño Machaca, Elena Quispe Tincuta, Cecilia Llusco Alaña antes de ascender al Sajama, a 6.542 metros sobre el nivel del mar. El grupo ha ascendido algunas de las principales montañas de Bolivia como el propio Sajama, el Acotango (6.052 metros), el Pomarapi (6.000 metros) o el Illimani (6.462 metros), antes de completar con éxito la cumbre más alta de Latinoamérica: el Aconcagua con 6.962 metros.Elena Quispe Tincuta, Dora Magueño Machaca en el Campo Alto de Sajama. Rompiendo el hielo con sus piolets para obtener agua durante la ascensión.Ana Lia Gonzales Magueño y Ana Lia Gonzales Magueño construyen una cocina provisional en el campo base del Sajama. La mayoría de ellas, cocineras y esposas de guías de montaña, durante años no pasaron del campamento base en las expediciones a las que acompañaban.Cecilia Llusco Alaña en su casa en el Alto, peina sus cabellos.Dora Magueño Machaca entrena una de las facetas más difíciles del alpinismo, la escalada en hielo.