Brigitte Bardot, demandada tras llamar “población degenerada” a los habitantes de la isla Reunión
Las autoridades de este departamento francés presentan una denuncia contra la actriz, condenada en varias ocasiones por incitar al odio racial
La defensa a ultranza de los animales, cueste lo que cueste y moleste a quien moleste, ha vuelto a poner en aprietos a Brigitte Bardot. Esta vez es la isla francesa de Reunión, en el océano Índico, la que se ha revuelto contra la antigua sex symbol del cine francés, a causa de los insultos que esta ha dedicado a los habitantes de este departamento de ultramar galo por el trato que, dice, le dan a los animales. En una carta firmada por la actriz y enviada a la prefectura de Reunión, Bardot los califica, entre otros, de “población degenerada” de una “isla demoniaca” aún fiel a “tradiciones bárbaras” de maltrato animal. La prefectura de la isla ha anunciado este miércoles que denunciará al antiguo icono del cine francés ante la justicia. Otras instituciones y asociaciones antirracistas amenazan con dar pasos semejantes contra Bardot, que ya ha sido condenada en varias ocasiones por incitación al odio racial.
“La población indígena ha conservado sus genes de salvajes”, afirma Bardot en una carta enviada a la prefectura de Reunión y revelada el martes. En la virulenta misiva, como la califica la Agencia France Presse, la polémica exactriz, de 84 años, que en el pasado no ha ocultado su admiración por la líder ultraderechista Marine Le Pen, critica el presunto maltrato en la isla a perros y gatos, así como las “fiestas de los indios Tamoul con la decapitación de cabras y chivos en ofrenda a sus dioses y cuyos restos lanzados al mar atraen a los tiburones”. Unas acciones, continúa, que son “reminiscencias de canibalismo de siglos pasados” por parte de una “población degenerada y todavía impregnada de costumbres ancestrales, de tradiciones bárbaras que están en sus orígenes”.
Después de que la prensa francesa revelara la misiva y que la Fundación Brigitte Bardot confirmara su autenticidad, el prefecto de la isla, Amaury de Saint-Quentin, anunció este miércoles que ha informado al fiscal de la república para que investigue el asunto.
La carta de Bardot tiene “términos injuriosos y racistas hacia los habitantes de Reunión” que son “inaceptables” y que son “firmemente condenados por el representante del Estado”, dijo el prefecto en un comunicado.
No es la única denuncia que afronta Bardot. El Consejo Representativo de los Franceses de Ultramar (CREFOM) también ha criticado el “comportamiento inadmisible” de Bardot y ha anunciado que presentará una demanda para que “explique a los jueces el fondo nauseabundo de su pensamiento”. De igual manera, la organización SOS Racisme tiene intención de activar a la justicia por los “términos racistas” usados por la actriz, que también han sido duramente condenados por diversas autoridades.
Una de las primeras en reaccionar fue la ministra de Ultramar, Annick Girardin, que se encontraba en Reunión cuando llegó la explosiva misiva. “Si este correo es auténtico, requiere una respuesta clara: el prefecto de Reunión presentará mañana una demanda a la que me vincularé. El racismo ordinario no tiene lugar en el debate de ideas”, tuiteó la noche del martes. El delegado interministerial para la lucha contra el racismo y el antisemitismo, Frédéric Potier, saludó y apoyó “plenamente la indignación” de Girardin. Los habitantes de Reunión “son ciudadanos franceses y merecen un respeto”, agregó en otro mensaje lanzado por las redes sociales, epicentro de la indignación contra Bardot.
No es un hecho aislado. La antigua actriz, de 84 años, retirada desde hace décadas y dedicada a la defensa de los animales, ya ha sido condenada en cinco ocasiones por incitación al odio racial, especialmente por declaraciones contra los musulmanes. Entre otros, en el pasado acusó a la población musulmana de “destruirnos, destruir nuestro país imponiendo sus actos”. También ha cargado contra “los clandestinos o los mendigos que profanan y asaltan nuestras iglesias para transformarlas en pocilgas humanas”.
Más recientemente Bardot, que ha manifestado su apoyo al movimiento de chalecos amarillos, criticó con dureza al Gobierno de Emmanuel Macron y, sobre todo, a quien fuera hasta el pasado verano su ministro de Transición Ecológica, el reconocido ecologista Nicolas Hulot, a quien llegó a calificar de “cobarde”.
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