La inversión de impacto, una gran herramienta para lograr ciudades sostenibles
Las ciudades deben articular una infraestructura que apoye e impulse la actividad de las empresas y entidades privadas que buscan generar impacto positivo medible
Las ciudades constituyen hoy por hoy uno de los principales escenarios donde hacer frente a los retos a los que se enfrenta la sociedad en el siglo XXI. A día de hoy, más del 50% de la población vive en ciudades y, según las estimaciones de Naciones Unidas, en 2050, casi el 70% de la población mundial será urbanita. Los Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas ponen de manifiesto esta realidad. En concreto, el ODS número 11 pretende "lograr que las ciudades y los asentamientos humanos sean inclusivos, seguros, resilientes y sostenibles". Por eso las administraciones públicas y gobiernos municipales deben "aterrizar" y localizar los ODS en la política municipal y trabajar en su interrelación para la generación de sinergias y una estrategia integral y coherente.
Las ciudades son también polos donde se concentra la gran mayoría de la actividad económica. Y si bien es cierto que la iniciativa económica privada es responsable en gran medida los retos a los que se enfrenta nuestro planeta y nuestra sociedad, también puede (y debe) ser parte de la solución a los mismos.
Esto es lo que plantea la Economía de Impacto, es decir, el tejido económico que constituyen todas aquellas empresas y entidades privadas que nacen con el objetivo de generar un impacto positivo medible a través de su actividad (además de generar empleo, por supuesto).
Estas entidades, a medio camino entre las organizaciones del Tercer Sector y las empresas tradicionales, son capaces de generar incluso una rentabilidad económica, si bien ésta nunca podrá anteponerse a sus objetivos de impacto social o medioambiental.
Desde una plataforma cooperativa de car sharing eléctrico para aumentar la movilidad sostenible en la ciudad hasta las empresas que buscan la integración de personas con diversidad funcional ofreciendo un servicio de mensajería innovador y de calidad, pasando por aplicaciones que buscan reducir el desperdicio alimentario u ofrecer productos tecnológicos integradores para colectivos desfavorecidos. El número de proyectos innovadores que contribuyen a mejorar la habitabilidad de las ciudades no deja de aumentar.
Entre las principales necesidades de este tejido económico de impacto hay que destacar sobre todo la falta de financiación e inversión, así como una infraestructura de servicios de apoyo y soporte adecuada, especialmente en las primeras fases de desarrollo de los proyectos.
En respuesta a esta necesidad han surgido diversos organismos y entidades que integran un ecosistema de inversión —hoy sobre todo privado— enfocado específicamente a la Economía de Impacto. Este ecosistema lo integran inversores, intermediarios financieros, las propias entidades susceptibles de recibir financiación y un variado número de actores que influyen de un modo u otro en el desarrollo de este sector.
Aunque eestá en pleno desarrollo en muchos países europeos y la propia Comisión Europea está incluyendo la Economía de Impacto como uno de los pilares fundamentales de su estrategia de inversión, en España todavía está en una fase muy temprana de desarrollo. Si bien es cierto que gracias al impulso decidido de un conjunto de organizaciones pioneras, coordinadas alrededor de la iniciativa Foro Impacto, la tendencia de crecimiento se ha acelerado con fuerza en los últimos años, generando nuevas necesidades y oportunidades. Hasta ahora, las administraciones públicas, tan solo en casos puntuales y a nivel regional, han apostado por impulsar la financiación de la economía de impacto.
El Ayuntamiento de Madrid quiere contribuir a impulsar el ecosistema de la inversión de impacto actuando como un agente catalizador. Con esta intención, y con la colaboración de Impact Hub Madrid, ha presentado el documento marco "Transformar la ciudad a través de la inversión de impacto". Este informe establece un marco claro para definir la Economía de Impacto, desgrana la actividad del Ayuntamiento en este ámbito y los recursos que ofrece, los diferentes tipos de financiación e instrumentos disponibles, ofrece un mapeo de los principales actores existentes en España en torno a la inversión de impacto y aporta unos principios básicos en torno a la medición de impacto, componente imprescindible en la economía y la inversión de impacto.
El documento se completa con una serie de recomendaciones de actuación. Todas estas recomendaciones deberían traducirse en el desarrollo de una estrategia municipal transversal que ayude a racionalizar y reestructurar muchas de las actuaciones que ya está llevando a cabo y que se complemente con una serie de medidas en diferentes ámbitos que ayuden a fortalecer este tejido económico generador de impacto social, en particular desde el lado de la financiación y la inversión; incluso, como ya ha anunciado el Ayuntamiento, aportando capital a fondos de inversión de impacto ya existentes.
En concreto las recomendaciones pueden agruparse en cuatro categorías:
- Alinear los recursos existentes bajo una estrategia integrada de impulso a la economía de impacto. La coordinación de los recursos y servicios municipales ya existentes a través de itinerarios y servicios de apoyo bajo una estrategia integrada de promoción de la economía de impacto representaría una medida eficiente y eficaz.
- Facilitar mediante políticas y acciones el desarrollo de la economía de impacto. Utilizar de manera proactiva las palancas de la administración (legislación, normativa, compra pública…) para favorecer y priorizar la economía de impacto.
- Participar de manera activa y apoyar la generación de redes y espacios de diálogo y coordinación entre actores y sectores. Sumarse de manera activa y propositiva a las conversaciones de los diferentes foros ya existentes y promover o apoyar nuevos espacios de relación y trabajo conjunto.
- Tomar un papel activo como actor financiero en instrumentos de inversión de impacto. Poner al servicio de la inversión de impacto la capacidad financiera del Ayuntamiento a través de los diferentes instrumentos y estrategias ya existentes y mediante la creación de nuevos.
El Ayuntamiento de Madrid tiene la oportunidad de convertirse en uno de los actores más importantes y de referencia en el impulso de un ecosistema de inversión de impacto. Esto, en definitiva, significa transformar el tejido económico de la ciudad contribuyendo a hacer una ciudad mejor y más justa para sus habitantes y el planeta.
Mikel Oleaga Gascue es responsable de Proyectos Internacionales y Sector Público en Impact Hub Madrid, y coordinador del cluster europeo de la red internacional Impact Hub. Mikel es además uno de los fundadores de Punto JES, organización dedicada al apoyo a jóvenes emprendedores sociales; y de otros proyectos de emprendimento social por los que ha sido galardonado. Licenciado en Derecho y Administración de Empresas por la Universidad Complutense de Madrid, cuenta también con máster en Políticas Públicas y Gestión por la Universidad de Londres, SOAS. Involucrado en diversos movimientos sociales, es un apasionado de la innovación, la economía social, la economía ecológica y las fórmulas de colaboración entre entes privados, sociedad y administraciones.
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