La música que nos acompaña
Vivimos rodeados de todo tipo de música. La escuchamos en el trabajo, en casa, de fiesta. En todas partes, excepto en los auditorios. Estos lugares donde se interpretan las mejores piezas de la historia permanecen vacíos. Es sorprendente y preocupante comparar lo que vende un concierto de Bach, Mahler, Beethoven o algún otro clásico, y lo que vende el de algún cantante que en algunos años nadie recordará. Entiendo que la música clásica requiere más tiempo, al igual que leer el periódico cuesta más que informarse vía Facebook o Twitter; pero eso es lo que suele pasar con las mejores obras, requieren un esfuerzo para apreciarlas y, sobre todo, para organizarlas. Por eso es tan reconfortante comprobar que en mi ciudad, unos jóvenes están organizando un concierto con la Sinfonía número 2 de Mahler. Si la música nos acompaña siempre, ¿por qué no elegir la mejor?
Javier Rodríguez Castelló. Pamplona
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