La extraña entrevista en la que Michael Bolton se quedó “dormido” (y otras conexiones en directo dignas de recordar)
Las conexiones entre diferentes esquinas del mundo dejan a veces extrañas estampas. El cantante estadounidense, que celebra 50 años en la música, es el protagonista de la última
Una entrevista promocional puede ser repetitiva y aburrida. Especialmente para el artista, que con la intención de vender su producto (un disco, un libro, una película) se presta a que en todos los países del mundo le hagan las mismas preguntas. Pero hay una regla que está por encima de todo: por mucho que te aburras, nunca te duermas en directo.
El cantante estadounidense Michael Bolton, de 65 años, está promocionando A symphony of hits, un álbum que celebra sus 50 años en la industria discográfica con nuevas versiones de sus grandes éxitos cantados con una orquesta filarmónica. Y durante una entrevista concedida el miércoles al programa The morning show en Australia (que lo entrevistó en una conexión en directo con Florida) pareció... dormido.
El momento se puede ver en este vídeo, que el presentador del espacio (Larry Emdur) colgó en su cuenta de Instagram:
Ante todo, la verdad: aunque este vídeo dio para varios momentos de humor en las redes sociales, el propio Michael Bolton dio una explicación al respecto. Por un fallo técnico, explicó, desconocía que estuviese ya en directo. Y sus párpados no estaban cerrados, sino que estaba mirando hacia abajo, según él, consultando su teléfono móvil. En un Twitter escrito con mucho sentido del humor explicó: "¡Conseguí mi primer contrato discográfico cuando tenía 15 años y no he vuelto a dormir desde entonces! Ahora en serio: hubo un problema técnico durante la conexión y me pillaron tuiteando. Tuvimos una gran entrevista una vez arreglaron el problema".
I got my first record deal when I was 15 and I haven’t slept since!! In all seriousness there were technical issues with the live feed and they caught me tweeting! We had a great interview once they fixed the glitch. #FakeNews #50thAnniversary #SymphonyOfHits pic.twitter.com/xE3aV7GelL
— Michael Bolton (@mbsings) February 6, 2019
Las conexiones en directo son a menudo carne de anécdota y dejan situaciones que raramente se darían en un cara a cara compartiendo plató. La palma se la lleva, tal vez, la entrevista que el titán del soul James Brown concedió en 1988 a la CNN en una conexión Los Ángeles-Atlanta. La presentadora Sonya Friedman conectó en directo con James Brown, que estaba a punto de empezar una gira por Sudamérica y se enfrentaba también a acusaciones por violencia de género. El matrimonio de James Brown y su esposa de entonces, Adrienne Rodriguez, ocupaban titulares por sus supuestos actos de violencia, siempre derivados del consumo de drogas.
Muchos creyeron al ver la entrevista en directo y cuando se volvió viral años después que el propio Brown estaba bajo los efectos de alguna droga. Incluso aquellos que no manejen el inglés y no puedan comprender todo lo que se dice en el vídeo sí podrán observar cómo, ante las preguntas de la presentadora, el cantante responde entonando los estribillos de algunas de sus canciones más famosas, como I feel good o Sex machine.
Hay un momento dado, casi al comienzo de la entrevista, en el que la sucesión de una pregunta y un título de una canción que él usa para responder crean algo cercano a la poesía. "¿Cómo comenzaron todos estos problemas?", pregunta la presentadora respecto a la última denuncia que recibió el cantante por violencia doméstica. "Living in America", canta él (o sea, "viviendo en América").
El resto de la conexión consiste en James Brown eludiendo cualquier pregunta sobre sus denuncias, cantando más éxitos y aclarando que él huele bien y hace el amor muy bien. La entrevista resultó, aún tratando un tema tan delicado, tan involuntariamente graciosa que tres décadas después el humorista Jordan Peele (director de Déjame salir) hizo una parodia y no necesitó cambiar ni una coma. La recreó palabra por palabra.
Un caso parecido al de James Brown (aunque con mucha, mucha distancia) lo vivió otra cantante de éxito en los ochenta, Paula Abdul. La artista y bailarina conectó en directo con un programa informativo de la cadena Fox y, con sus extraños ladeados de cabeza y unos ojos que se cerraban continuamente, llevó a que la mayoría del público pensase que estaba borracha o bajo el efecto de algún narcótico. Como en el vídeo que hemos visto anteriormente de Brown, el idioma no es imprescindible: sus extraños gestos llaman la atención aunque no se domine el inglés.
Abdul explicaría después, a través de un representante, que la conexión se hizo en medio de un marasmo de promoción de su programa American Idol y la confusión se debió a la confusión de cámaras y conexiones simultáneas a las que tenía que enfrentarse. Por otro lado, la cantante ha confesado más de una vez que diversas lesiones en su carrera como bailarina la llevaron a consumir fuertes analgésicos, lo cual podría justificar su actitud confusa durante esta entrevista.
En España todavía se recuerda el enfrentamiento a pantalla partida en el año 2003 entre Julián Muñoz, entonces alcalde de Marbella, y el fallecido Jesús Gil y Gil, al que había sucedido en el puesto y del que había sido buen amigo y socio. El enfrentamiento, durante el espacio de corazón Salsa rosa (Telecinco), tiene una trascendencia innegable porque refleja el momento, emitido en directo y en horario de máxima audiencia, en el que la política, los asuntos del corazón y la lucha por alcanzar millones de espectadores se mezclaron para siempre y marcaron una nueva tendencia en el rumbo de los medios de comunicación en España.
El enfrentamiento se considera el pistoletazo de salida del Caso Malaya (Julián hacía referencias a "maletas") y también señala un momento en el que las cuestiones del corazón empezaron a marcar la agenda política. El nombre de Isabel Pantoja (pareja entonces de Muñoz) no deja de planear sobre la conversación. De hecho, Muñoz no deja de insistir en que debe abandonar la conexión porque "es el cumpleaños de mi novia, Isabel Pantoja".
En directo, durante aquella conexión, asistimos al nacimiento de la política hecha telerrealidad. Y al contrario que lo que parecía hacer Michael Bolton en The morning show, ya nos resultó imposible volver a dormir tranquilos.
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