La dura declaración de Lady Gaga en el juicio de Kesha contra su productor, por agresión sexual
Se publica parte del discurso que la cantante dijo a favor de su compañera en 2017: “Cuando la vi en esa habitación fue como algo que me había sucedido a mí y mi corazón supo que estaba diciendo la verdad. Yo la creo”
A la interminable batalla legal que Kesha inició hace ya casi cinco años contra su productor —Dr. Luke, a quien acusa de abusos sexuales y psicológicos— hay que sumar ahora un nuevo capítulo con Lady Gaga como protagonista. El pasado martes salió a la luz la declaración que la artista realizó a favor de su compañera de profesión en el último juicio celebrado en septiembre de 2017. Según recoge el portal estadounidense The Blast, Gaga luchó de manera incansable contra los abogados de Lukasz Gottwald, el nombre completo del exproductor musical de Kesha.
La cantante y actriz explicó que había conocido personalmente a Kesha en una habitación trasera del estudio de grabación que Gottwald poseía en su casa y que, pese a que no recuerda el contenido exacto de la conversación que mantuvieron, no se olvida de dos detalles: la inmensa sensación de tristeza y depresión que le transmitió la joven y el hecho de que en aquel momento llevara puesta solo su ropa interior. “Me formé una opinión muy clara sobre él y su reputación cuando vi a esa chica en un cuarto trasero. Esa era la imagen de... algo que me había sucedido a mí misma, y sentí y supe en mi corazón que [Kesha] estaba diciendo la verdad, y la creo", aseguró Gaga.
El momento más tenso de los que se pueden leer en la transcripción se produjo cuando el abogado de Gottwald le pregunta directamente a la estrella si poseía alguna información o cualquier conocimiento personal que probara las agresiones de las que habría sido víctima Kesha. "Ella me lo dijo. Y ya sabe, cuando los hombres violan a las mujeres, no suelen invitar a otras personas a mirar. Y cuando se produce en un contexto como el de nuestra industria, se mantiene en secreto, y ese secretismo se ve agravado por contratos y dinámicas de poder manipuladoras en las que, en realidad, se incluye esta situación en la que nos encontramos", respondió la artista. "Tengo información probada de su depresión, de su necesidad de apoyo y cariño. Tengo información probada de la espiral en que vi hundirse a esa chica”, añadió.
“Estoy informada de manera inteligente acerca de esta problemática. Esa chica ha sufrido un trauma muy serio y sigue en medio de ello. Y todos vosotros formáis parte de ello", afirmó Gaga, que perdió la calma cuando los abogados le plantearon la posibilidad de que se tratara de una denuncia falsa. "¿Por qué le iba a contar a todo el mundo que le sucedió algo así? ¿Por qué? ¿Sabe a lo que se enfrentan los supervivientes? ¿Sabe lo que supone contárselo a los demás? Ni se le ocurra ponerme los ojos en blanco. Debería sentirse avergonzado de sí mismo", respondió la cantante enfadada.
El testimonio de Gaga es muy significativo, pues la intérprete de Ha nacido una estrella se ha convertido en una auténtica portavoz de las víctimas de abusos tras confesar, en 2014, que había sido violada con 19 años. Desde entonces también es considerada un ejemplo de supervivencia, pues dos años después, en 2016, reconoció que todavía le quedan secuelas de esa experiencia contra la que batalla todos los días. Además, el pasado mes de octubre la artista reveló que su agresor pertenecía a la industria del entretenimiento, aunque nunca ha desvelado su nombre.
A lo largo de estos años, además de Gaga, Kesha también ha recibido el apoyo de otras de sus compañeras de la música. Taylor Swift le donó 250.000 dólares (unos 226.500 euros al cambio) después de que la intérprete de Tik Tok perdiera el primer juicio contra su productor y su discográfica de entonces, Sony. Dicha pérdida le implicó un serio daño económico a la artista e impidió que pueda ser liberada del contrato con Sony, lo que a su vez le prohibía firmar con otro sello discográfico. Una situación que se mantuvo hasta abril de 2017, cuando Dr. Luke dejó de ser el consejero delegado de Kemosabe Records, perteneciente a Sony Music, por lo que Kesha consiguió librarse laboralmente de este.
Adele, Miley Cyrus, Demi Lovato, Ariana Grande, Lorde o Kelly Clarkson fueron otras artistas que formaron parte de la difusión de la polémica, sobre la que también se llegó a pronunciar ONU Mujeres. Además de los abusos sexuales y psicológicos, Kesha también acusó a su entonces productor musical de haberla obligado a consumir drogas y de haberle provocado una bulimia nerviosa.
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