Así se celebran 30 años en la cumbre de la relojería
Frederique Constant lleva tres décadas plantándole cara a grandes firmas repletas de historia y tradición
Unas vacaciones, Peter C. Stas y su mujer, Aletta Stas-Bax, se fueron a esquiar a los Alpes suizos. Paseando por Ginebra, se quedaron atónitos al ver un reloj de pulsera en un escaparate. De este flechazo nació una pasión por estos artefactos, y también un proyecto empresarial que les hizo abandonar sus respectivos empleos en empresas multinacionales.
Su criatura, una relojera llamada Frederique Constant, celebra sus primeras tres décadas compitiendo en la élite del sector, plantándole cara a grandes firmas repletas de historia y tradición. Lo han hecho apostando por la innovación y ubicándose en el sector del lujo accesible.
Pero Frederique Constant también sabe retar a esas firmas de raíz tradicional, generalmente mucho menos asequibles, con sus propias armas. En 2004, Frederique Constant lanzó su primer movimiento de manufactura de fabricación propia: el patentado y premiado Calibre Heart Beat Manufacture.
Con su última creación, el Perpetual Calendar Tourbillon Manufacture, homenajea aquel momento. Y con este aniversario, la casa demuestra lo que se puede conseguir con tesón, personalidad y un poco de romanticismo. ¡Feliz cumpleaños!
Perpetual Calendar Tourbillon Manufacture
Frederique Constant ha hecho este Perpetual Calendar Tourbillon Manufacture en una edición limitada a 30 unidades. Un ejercicio de precisión que acumula todos los conocimientos relojeros aprendidos por este fabricante en tres décadas, disponible en versiones en acero y oro rosa. Usted elige...
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