Deportistas en la arena política

El deporte y la política fraternizan bien. Los partidos se esfuerzan por fichar a atletas de renombre o figuras de la cancha con la esperanza de que los aficionados trasladen su frenesí deportivo a las urnas. Le ocurrió a Romario, el crackdel Barça de Johan Cruyff, convertido en 2014 en el senador más votado de la historia del Estado de Río de Janeiro, o al habilidoso exgoleador del Milan George Weah, elegido presidente de Liberia en 2017 con un respaldo del 61,5%.

En España los fichajes más sonados fueron los de la atleta Marta Domínguez, dos veces campeona de Europa de 5.000 metros, que tras pasar por el Ayuntamiento palentino fue senadora por el PP, y la regatista Theresa Zabell, oro en los Juegos de Barcelona y de Atlanta y eurodiputada por las listas del PP entre 1999 y 2004.

Con éxito, Ciudadanos ha incorporado a sus filas a Javier Imbroda, en su día seleccionador de baloncesto y entrenador del Real Madrid. Cabeza de lista por Málaga, fue elegido diputado en los comicios del 2-D y todo apunta a que será el nuevo consejero de Educación de la Junta.

Con menos apoyo de la hinchada militante, el PP ha presentado la candidatura de la campeona olímpica de salto de altura Ruth Beitia a la presidencia de Cantabria en las autonómicas de mayo. Una designación a dedo —como es costumbre en ese partido— que ha abierto grietas en el PP regional. Un malestar agrandado por la bisoñez política de la atleta (pese a que es parlamentaria regional desde 2011), demostrada cuando en una entrevista radiofónica equiparó el maltrato a un animal con el maltrato a una mujer. “Todos somos seres humanos”, aclaró. Un patinazo épico por el que no tardó en disculparse a través de las redes sociales.

Para Madrid, el PP ha eludido los experimentos de este tipo. Isabel Díaz Ayuso y José Luis Martínez-Almeida, candidatos a la Comunidad y al Ayuntamiento, son de la máxima confianza de Casado. Dice la formación conservadora que representan una nueva generación de políticos que “han demostrado saber combatir ideológicamente a los populismos defendiendo ideas claras, transversales y útiles para España”, y que “se atreven a defender sin complejos los principios y valores” del partido. El 26 de mayo se verá en qué posición quedan en una carrera electoral reñida, y con muchos aspirantes al triunfo.