Con frío y sin comida
Perplejo me he quedado cuando un usuario del tren de Extremadura averiado fundamenta su reclamación en que ha estado mucho tiempo sin comida, sin bebida y sin calefacción. Cierto es que no es agradable y existirán las oportunas responsabilidades de la compañía ferroviaria, pero el hecho de fundamentar la reclamación en esos puntos da cierto pudor cuando miles de personas anónimas en nuestras ciudades no prueban bocado en días, hay quien no puede encender la calefacción durante meses o quien malvive en la calle o infraviviendas durante años. Es cierto que los usuarios del tren averiado tienen derecho a reclamar a la compañía por los minutos de sufrimiento, pero ¿a quién reclaman esas personas anónimas por los días, meses y años de penurias?
Joaquín Fernández Sánchez
Pozorrubio de Stgo. (Cuenca)
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