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¿Por qué todo el mundo escucha ‘Bohemian Rhapsody’ y nadie sabe de qué habla?

Con 1.600 millones de reproducciones en plataformas de 'streaming', el tema de Queen es el más escuchado del siglo XX. Pero, ¿cuál es el verdadero significado de esta extraña composición?

Queen en septiembre de 1976. En vídeo, un fragmento de 'Bohemian Rhapsody'.
Guillermo Alonso

Bohemian Rhapsody es una de las películas más taquilleras del año y se acaba de anunciar que Bohemian Rhapsody (la canción) es uno de los temas más escuchados en plataformas de música en línea del año. Y, en concreto, la canción del siglo XX más escuchada en la actualidad. Con 1.600 millones de reproducciones en todo el mundo en plataformas como Spotify, Apple Music o YouTube, el tema ha superado a Smells Like Teen Spirit, de Nirvana, y Sweet Child O’Mine, de Guns N’Roses, hasta ahora las dos canciones del siglo XX más escuchadas en plataformas del siglo XXI.

“Había una regla no escrita entre nosotros: que el significado de una canción era un asunto privado de su compositor, fuese quien fuese. Así que sigo respetando eso”

Bryan May

¿Pero alguno de los cientos de millones de admiradores de este tema entiende de qué va realmente? Kenny Everett, uno de los amigos más cercanos a Freddie Mercury (el único compositor de Bohemian Rhapsody) durante más de una década, dijo en una ocasión que cuando le preguntó directamente a su amigo de que iba la canción, le respondió "que era un sinsentido aleatorio y rítmico”. Es, que se sepa, la única explicación otorgada en vida por el propio Mercury. Algunos medios han afirmado, sin entrecomillados ni fuentes concretas, que Mercury dijo sencillamente que iba "sobre relaciones".

Sin embargo, su compañero de banda Brian May se explayó un poco más y explicó que las letras contenían referencias en clave a los traumas personales del líder de Queen. “Freddie era una persona muy compleja: frívola y divertida en la superficie, pero ocultaba inseguridades y problemas para encajar su vida y su infancia. Nunca nos explicó la letra, pero creo que puso mucho de sí mismo en ella”.

En 2005, en el 30º aniversario de la canción, The New York Times le dedicó una completa pieza en la que intentaron desentrañar algunos de sus misterios. De nuevo en ella, May aludió al carácter introvertido de Mercury a la hora de lidiar con sus letras. “Había una regla no escrita entre nosotros: que el significado de una canción era un asunto privado de su compositor, fuese quien fuese. Así que sigo respetando eso”.

¿Qué pueden significar frases en principio tan poco propias de una canción pop adorada por millones de personas como “Mama, acabo de matar a un hombre”, “Nada tiene sentido” o “A veces desearía no haber nacido”? Apelar a la vida privada de Mercury es tan obvio como necesario. En 1975 su relación con Mary Austin, la mujer que más amó y a la que dejó casi toda su fortuna, estaba llegando a su fin. Él empezaba a mantener relaciones con hombres. ¿Estaba matando Mercury su vida pasada? Desde luego, no lo llevó a la práctica: Austin siempre siguió siendo su amiga más cercana y él siempre se refirió a ella como su “esposa” aunque nunca se casaron.

¿Y esa conversación con su madre que mantiene en la letra? Jer Bulsara, la madre de Mercury, falleció en 2016 pero concedió en 2012 una entrevista al diario Daily Telegraph en la que aclaró: “Me hubiera encantado que [Mary y Freddie] se casasen y tuviesen una vida normal, con hijos”. Una declaración llamativa que viene a la mente al escuchar otra frase de la canción “Mamá, oh, no quise hacerte llorar”, y que deja como teoría que Freddie estuviese enfrentándose, en 1975, a la realidad de su homosexualidad.

“Freddie era una persona muy compleja: frívola y divertida en la superficie, pero ocultaba inseguridades y problemas para encajar su vida y su infancia. Nunca nos explicó la letra, pero creo que puso mucho de sí mismo en ella” Bryan May

En cualquier caso, Freddie Mercury nunca habló y Brian May dice que no sabe. Es posible que el significado real de la canción nunca lo sepamos. Es posible que Freddie tuviese razón y fuese un “sinsentido con ritmo”. En todo caso la canción, que hoy acumula más de 750 millones de reproducciones en YouTube y supera a Thriller, de Michael Jackson (y a cientos de éxitos de figuras actuales que arrasan entre la juventud), ya no pertenece a Queen, sino al mundo, y hoy miles de personas se rompen la cabeza en Internet intentando descifrar términos como “Scaramouche”, “fandango”, “Galileo” y “Bismillah”. Estamos seguro de que a Freddie le hubiese encantado saberlo.

No es la primera vez que una película, una canción o una serie resucitan una canción que tiene décadas. En España hemos asistido a este fenómeno con regularidad. En 1990 Unchained Melody, de los Righteous Brothers, se colaba entre los diez sencillos más escuchados en España gracias a Ghost. Y en el año 2000 lo hacía Ain’t no Mountain High Enough, de Marvin Gaye y Tammi Terrell, gracias a un anuncio de Telefónica. Pero el caso de Queen es especial porque no solo se trata de uno de los biopics musicales más exitosos de la historia, sino que está llamado a resucitar todo un catálogo, no solo una canción.

Sin embargo, es la que da título a la película la que más se ha beneficiado de esta segunda vida para el grupo, que no ha publicado un álbum en 23 años (desde Made in Heaven en 1995) y, si incluimos a Freddie Mercury en la formación, desde 1991: Innuendo, que incluía la que fue su despedida, The show must go on. El espectáculo ha continuado, sin duda, y la fascinación e intriga que provoca esta canción también. Y no tiene visos de terminar pronto.

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Sobre la firma

Guillermo Alonso
Editor web de ICON. Ha trabajado en Vanity Fair y Telecinco. Ha publicado las novelas ‘Vivan los hombres cabales’ y ‘Muestras privadas de afecto’, el libro de relatos ‘La lengua entre los dientes’ y el ensayo ‘Michael Jackson. Música de luz, vida de sombras’. Su podcast ‘Arsénico Caviar’ ganó el Ondas Global del Podcast 2023 a mejor conversacional.

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