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Maternidad y deporte: una jugadora de balonmano da el pecho a su bebé en el descanso de un partido

"Se me hace muy raro que a la gente le llame la atención, pero me alegro de que sirva para visibilizar a las madres deportistas", declara

La jugadora de balonmano da el pecho a su bebé durante el descanso del partido.
La jugadora de balonmano da el pecho a su bebé durante el descanso del partido.ASOCIACIÓN DONA BÀLAFIA

Irina Pop, de 29 años, hizo el domingo pasado un gesto que hacen miles de mujeres sin que sea noticia: dar el pecho a sus hijos en su jornada laboral. La diferencia es que ella es jugadora profesional de balonmano y lo hizo durante el descanso de un partido entre su equipo, Associació Lleidatana d'Handbol, club de balonmano de la División de Honor Plata Femenina, y el Agustinos Alicante.

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Un placer ver a las madres y los niños compartiendo deporte y maternidad", tuiteó con la foto del momento la asociación Dona Bàlafi, que apunta a que se "habla poco" de la lactancia "no solo en el ambiente deportivo, en el profesional en general", por lo que aboga por "normalizarla". "Ojalá sirva para visibilizar la maternidad en el deporte", cuenta la propia Irina en una entrevista en El Periódico, donde lamenta las dificultades de las deportistas españolas para ser madres. La deportista, que lleva 14 años en España, asegura que en su país de origen se produce una renovación automática del contrato si la jugadora se queda embarazada. 

También denuncia la existencia de cláusulas de embarazo en el deporte español: "Un año me fui a Gijón, con la ilusión de jugar en Primera, y me encontré con una cláusula que decía que si me quedaba embarazada automáticamente se rescindía el contrato. Les dije que no me parecía normal, pero tenía la ilusión de jugar en esa categoría y acepté".

Durante el partido, Irina fue caminando por la pista dando el pecho a su bebé en el descanso, aprovechando el tiempo de charla del entrenador. El niño, su segundo hijo, tiene apenas dos meses y medio. La deportista suele dar el pecho en público y nunca ha notado "ninguna reacción rara", al contrario, "sonrisas bonitas y agradables".

Irina habla de las trabas para ser madre en el deporte y en su trabajo; "Soy arquitecta técnica, un mundo de hombres". La jugadora volvió a la cancha tras cinco semanas de permiso, como con su anterior hija, que ahora tiene cuatro años. "Normalmente, le doy el pecho a mitad del entrenamiento y de los partidos, y mi entrenador y mis compañeras entienden perfectamente que si escucho llorar a mi hijo tendré que salirme unos minutos", detalla. A Irina se le "hace muy raro que a la gente le llame la atención" su foto, pero se alegra "de que sirva para concienciar y visibilizar la maternidad en el deporte". Por cierto, Irina y sus compañeras ganaron el partido.

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