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Tribuna
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Compromiso con la creación en Europa

Creemos necesarios nuevos derechos que faciliten a los editores negociar el uso de los artículos de prensa por parte de los gigantes de Internet

Portada de Google de Reino Unido.
Portada de Google de Reino Unido.Darren Staples (REUTERS)

Tres meses después de la adopción de un texto de acuerdo por parte del consejo, la negociación del proyecto de directiva sobre los derechos de autor en el mercado único digital entra en una fase decisiva a las puertas de un nuevo voto en el Parlamento Europeo.

Los ministros de Cultura europeos tenemos el deseo de que esta negociación crucial para el futuro de la diversidad cultural y del pluralismo en los medios de comunicación de Europa se produzca con serenidad.

Confiamos en que las discusiones venideras permitan alcanzar acuerdos apropiados que reflejen un equilibrio justo entre los diversos intereses en juego y, a la vez, conserven la esencia de la reforma.

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Reconocemos de plano que la negociación en curso sobre los derechos de autor apela de manera directa a lo que queremos que sea la Unión Europea y a la capacidad de la Europa del futuro para defender sus intereses colectivos y sus valores en el entorno digital.

Una oportunidad única para la diversidad cultural en Europa.

Las industrias culturales y creativas, que representan el 4,2% del PIB europeo y más de siete millones de empleos, dan fe del extraordinario talento y de la creatividad de los artistas y las empresas de nuestro continente.

Con la reforma del derecho de autor, tanto los creadores como las empresas y el público deberían beneficiarse de un marco legal más equilibrado, con el fin de mejorar el funcionamiento del mercado digital.

No deberíamos fomentar un mundo en el que un puñado de compañías globales atesoren en el entorno digital la mayor parte del valor generado por las obras creadas por otros.

Son necesarias nuevas reglas para que el número de obras disponible en línea aumente y para que los derechos de autor puedan ser utilizados de manera efectiva como fundamento de una remuneración justa a los creadores y editores por cada uso de sus obras en Internet, en particular por las grandes plataformas que se han convertido en las principales vías de acceso a los contenidos en línea. Paralelamente, la libertad de expresión y los intereses del público y de los usuarios de las obras deben ser tenidos en cuenta mediante soluciones equilibradas, nuevas excepciones específicas y la simplificación del acceso al contenido.

Un reto crucial para el pluralismo y la independencia de los medios.

Creemos necesarios nuevos derechos conexos que faciliten a los editores negociar el uso de los artículos de prensa por parte de los gigantes de Internet. El fin último es mantener un paisaje mediático plenamente diverso.

Para mantener la independencia de la prensa y el pluralismo mediático, estamos convencidos de que Europa supone el nivel adecuado para la intervención, que es aún más necesaria, desde el punto de vista democrático, en vista de los riesgos que comporta la proliferación de noticias falsas.

Una pieza esencial en una línea de trabajo dirigida a garantizar la soberanía de Europa a la hora de asumir algunos de los retos que plantea el entorno digital.

El proyecto de directiva sobre los derechos de autor es parte esencial de una acción sostenida que, al mismo tiempo que abraza plenamente la revolución digital y sus importantes beneficios para la sociedad, busca asegurar que Europa sea capaz de defender su propio modelo y de imponer mayor responsabilidad y equidad a los gigantes digitales, a pesar de los esfuerzos de los lobbies.

La revisión de la directiva sobre servicios de comunicación audiovisuales también supondrá una mayor equidad al introducir nuevas obligaciones para ciertas plataformas en línea. Estas obligaciones tienen como objeto proteger a los menores de contenidos perjudiciales y a todos los ciudadanos de la incitación al odio y a la violencia, a la vez que aseguran que los nuevos servicios audiovisuales bajo demanda favorecen la producción y la distribución de obras europeas.

La equidad y la diversidad cultural están en el corazón de la reforma de los derechos de autor y de lo que deseamos para Europa.

El resultado de esta reforma dirá mucho de nuestra capacidad para definir libremente las normas aplicables a nuestro mercado de más de 500 millones de consumidores. Necesitamos un marco jurídico que aliente y recompense la creación, por el bien del conjunto de la sociedad, de la diversidad cultural y del pluralismo en los medios de comunicación.

José Guirao es ministro de Cultura y Deporte de España. Monika Grütters es ministra de Estado de Cultura de Alemania. Françoise Nyssen es ministra de Cultura de Francia. Nina Obuljen Korzinek es ministra de Cultura de Croacia. Myrsini Zorba es ministra de Cultura de Grecia. George Ivascu es ministro de Cultura de Rumanía. Alda Greoli es vicepresidenta y ministra de Cultura del Gobierno de la Federación Valonia-Bruselas de Béligica y Boïl Banov es ministro de Cultura de Bulgaria.

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