El equipo de Britney Spears le prohíbe el alcohol en su gira
La cantante, que ha pasado por adicciones y problemas personales y profesionales, actúa estos días en Nueva York entre estrictos controles de su propio personal
Las adicciones de Britney Spears han sido muchas y muy bien conocidas. La estrella de la música, esa misma que un día ostentó el título de princesa del pop, ha pasado por problemas con el alcohol, el sexo y las drogas, además de por accidentes de coche y clínicas de rehabilitación (no pisó la cárcel de casualidad). Ha sabido bien lo que es pasar del podio a los infiernos.
Pero Britney ya no es la que era. Ni esa jovencita virginal de dulces coletas y aquella mujer sumida en dramas personales y profesionales que la llevaron a raparse la cabeza y perder la custodia de sus dos hijos. Está feliz, en forma, cantando e incluso de gira. Vive una vida familiar y (aparte de sus millones de dólares) bastante normal: en su cuenta de Instagram se la ve ensayando pasos de baile, en un musical con sus hijos o en una comilona familiar. Incluso es imagen de la firma de moda Kenzo.
Sin embargo, los más cercanos a ella no terminan de tener claro que sus problemas estén del todo solucionados. De ahí que, tal y como ha sabido la web Page Six, su equipo haya decidido retirar todo el alcohol del backstage de sus conciertos. Al parecer, esta es "la política de toda su gira", que la ha llevado entre otros al Radio City Music Hall, la célebre sala de conciertos de Nueva York.
"El equipo de Britney ha marcado unas líneas muy estrictas de que no se sirva nada de alcohol en el backstage, porque quieren mantenerlo alejado de ella, pero también de muchos de sus bailarines, que no tienen edad para consumirla", ha explicado una fuente a la publicación. En EE UU, la edad legal para consumir alcohol son los 21 años.
Además, Page Six ya informó de que cuando la cantante, de 36 años, iba a salir de gira algunos de sus asistentes acudieron "de avanzadilla" a los hoteles en los que se alojó asegurándose de que no hubiera alcohol en sus habitaciones "ni personajes sombríos" alrededor, para que no hubiera fiestas. "Los empleados de su gira pueden esperar muchas normas", detallaban, asegurando que los bailarines tenían prohibidas alcohol y drogas y que incluso podrían llegar a tener que someterse a controles aleatorios.
Esta nueva gira llevará a Spears por Europa: París, Oslo, Londres, Dublín y Berlín serán algunas de sus paradas, después de haber cantado en Las Vegas (Nevada, EE UU) durante cuatro años.
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