Nada que perder
“Tengo 55 años, mis hijos son mayores y no tengo nada que perder”, amenazó Quim Torra mostrando su disposición a ser el mártir de la causa. En realidad, muestra la cara más siniestra y egoísta del personaje. Él, que sabe que en ningún caso pasará hambre ni se quedará sin trabajo, se puede permitir alargar un conflicto que sabe perdido. Eso sí, enfrenta a los catalanes, separa familias, provoca la huida de miles de empresas, la pérdida de puestos de trabajo e hipoteca el futuro de los ciudadanos; pero Torra… no tiene nada que perder.— Jorge Artes Giusti. Alcobendas (Madrid).
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