Fuera de juego
El VAR se aplica para evitar el protagonismo de los árbitros y cedérselo a los jugadores, no para trasladárselo a los vídeos
No, el VAR no le dio nada a la selección española contra Marruecos en la Copa del Mundo: el que se lo dio fue Iago Aspas. El VAR, el videoarbitraje, lo que hizo fue corregir un error arbitral que había anulado el gol de Aspas. El VAR corrige injusticias. Es decir: endereza los resultados y los titulares. Se aplica para evitar el protagonismo de los árbitros y cedérselo a los jugadores, no para trasladárselo a los vídeos. Si Iago Aspas marca un golazo de tacón y el árbitro lo anula por error, esa injusticia se convierte en noticia. Si hay un sistema que corrige el error humano, el golazo sube al marcador y la noticia vuelve a ser el fútbol, no lo que ha pasado fuera. Al menos dentro de un tiempo, cuando pase esta fiebre loca del juguete nuevo. Aunque viendo la experiencia de Instagram, dudo que sea pronto: en muchas ocasiones sigue siendo tan relevante que alguien diga algo en Instagram como lo que dice.
Hay algo más, esto aún más divertido. Mucha gente está en contra del VAR porque resta dinamismo al juego, suprime algo tan humano como el error y quita emoción a un juego cuyo éxito depende también del azar y el criterio del árbitro en una jugada polémica. Es gente que, si alguien roba un bolso en la calle pero no queda claro el tironazo, estira los dos brazos en dirección al ladrón gritando “continúen, continúen” para no parar la vida, con sus sobresaltos y sus inquietudes.
Solo en un deporte tan enloquecido como el fútbol la llegada de una herramienta destinada a reducir la polémica genera más polémica. Pocos ejemplos resumen mejor nuestra relación con la justicia en el deporte y la necesidad de sobrepasarla por medio de las emociones. No crean que no va a pasar en España, donde hoy estamos a favor y el próximo día entraremos con un garrote en la sala de pantallas en cuanto nos detecten a nosotros el fuera de juego. Ya pasó en Alemania, donde una encuesta desvelaba que un 64,60% quería suprimirlo. Y en Francia, donde Falcao, del Mónaco, montó en cólera porque las dos decisiones en las que se consultó el VAR beneficiaron al PSG. Como si, al ser tan justo, tuviese que beneficiar una vez a cada uno.
Otra cosa que ha hecho ya el VAR en este Mundial es empezar a liquidar la cultura futbolística de fingidores, piscineros y teatreros, como dice David Gistau. Tipos que quedaban retratados a cámara lenta pero a los que compensaba el ridículo con el penalti arrancado al árbitro. Es probable que, ahora que saben que no se les va a pitar penalti, sigan tirándose. Eso también será justicia.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.