La gente no puede dejar de hablar de este desconocido futbolista islandés del Mundial

En la inauguración del Mundial de Rusia 2018 –celebrada el 14 de junio–, el futbolista Rúrik Gíslason (Reikiavik, Islandia, 1988) contaba con una humilde suma de 40.000 seguidores en Instagram. 48 horas después, tras el debut de Islandia contra Argentina, eran ya 630.000 los fans que se habían sumado a la cuenta oficial del número 19 de la selección islandesa. Actualmente, cuando el campeonato no lleva ni dos semanas activo, el Instagram de Gíslason congrega a un millón de personas ávidas por ver y saber más del futbolista.

El número de seguidores fascinados con este ser humano de 1,84 metros de estatura, larga cabellera rubia, frondosa barba, ojos verdes y cuerpo hercúleo y tatuado, triplica el número de habitantes de Islandia, país con 336.460 personas censadas. Físicamente se puede considerar un cruce entre Chris Hemsworth y David Beckham. El número de comentarios que recibe a través de las redes sociales no para de crecer y el furor que ha despertado el jugador islandés ha llevado a sus recientes fans a crear un hashtag dedicado a su particular dios nórdico #sexyrurik.

Estes son algunos de los comentarios que pueden leerse en el concurrido Instagram de Rúrik Gíslason: "Para qué queremos a Thor, si ya tenemos a este vikingo", "si los dioses nórdicos fueran reales tendrían el aspecto de Rúrik Gíslason", "¿por qué no tenemos estos jugadores en Brasil? No puedo entender nuestra mala suerte", "Rurik eres hermoso", "si hubiera sabido de este bombón antes hubiéramos ido a Islandia de vacaciones", "Rúrik, ¿te casas conmigo?", "este es el motivo por el que merece la pena ver el mundial", "¿cómo se puede nacer tan lindo?" o "estás más bueno que un frasco de Nutella".

El futbolista islandés es un volante con mucha llegada que suele progresar por la banda izquierda. Juega en el SV Sandhausen, equipo alemán que compite en la segunda división de la Bundesliga. Antes lo hizo en los equipos Viborg, Odense y Copenhagen (los tres de Dinamarca) y en el conjunto alemán Núremberg. Sin embargo, el fútbol no ha sido lo único en lo que ha empleado su tiempo Gíslason. Además de disfrutar de la música en directo y acudir a conciertos de Robbie Williams, de quién se ha declarado fan a través de Instagram, ha tratado de compatibilizar la carrera como futbolista que comenzó en 2005 con la política. Carrera pública que intentó arrancar en 2016, cuando se presentó a las elecciones parlamentarias islandesas del lado del Partido de la Independencia (partido político de centroderecha). Tras fracasar en esa ocasión (no consiguió ser elegido) volvió a intentarlo en 2017, pero tampoco lo logró.

Esta noche, a las 20:00, Islandia medirá sus fuerzas contra Croacia. 90 minutos que, probablemente, desembocaran en una nueva inyección de seguidores en el Instagram de Rúrik Gíslason. El jugador, que de momento está soltero, apenas se ha pronunciado desde que se desatara esta euforia hacia su persona. “Mi único objetivo ahora mismo es el fútbol. Me hace muy feliz que a la gente le guste lo que hago, pero no puedo decir mucho más. En estos momentos, paso mucho menos tiempo en Instagram que antes. Mi único foco es el fútbol y lo único que me importa es jugar bien para Islandia”, son las únicas declaraciones que ha dado el islandés en Rusia 2018.