_
_
_
_
Editorial
Es responsabilidad del director, y expresa la opinión del diario sobre asuntos de actualidad nacional o internacional

Nueva política social

El pacto salarial y los retoques en la reforma laboral afianzarán la economía

Magdalena Valerio, ministra de Trabajo.
Magdalena Valerio, ministra de Trabajo.EUROPA PRESS

La estabilidad económica y social de un país depende de dos factores castigados durante los Gobiernos de Mariano Rajoy. Un mercado laboral con una contratación estable es esencial para garantizar las expectativas de crecimiento y permitir el aumento de la productividad; la crisis financiera, la recesión subsiguiente y la política económica depresiva han hundido la productividad española hasta crear un vacío profundo en el equilibrio económico. La recuperación de los salarios es, además, una condición necesaria para la estabilidad social. Las retribuciones de los trabajadores tienen que seguir, con mayor o menor proximidad, al aumento de los beneficios y de las rentas de capital. Solo así se evita la percepción de una recuperación asimétrica y se cortan de raíz las causas de inestabilidad.

La proximidad de un acuerdo salarial entre la patronal y los sindicatos para este año y los dos próximos ejercicios es un mensaje de tranquilidad social que ayudará mucho a las expectativas de estabilidad política, poco firmes hoy, durante la legislatura. Porque pone fin al alejamiento de las empresas y los sindicatos, porque instaura un horizonte de crecimiento salarial (2% más otro punto de aumento por ajustes) que aleja el fantasma de los recortes salariales y de los ajustes basados solo en los recortes de rentas de los trabajadores y porque permite sentar bases más firmes para el crecimiento de la economía. Más demanda y más consumo. No es asunto menor el que los trabajadores, que han pagado el coste más elevado para salir de la recesión, obtengan una parte de los beneficios del crecimiento.

Editoriales anteriores

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

En clave política, el nuevo Gobierno necesita una política de rentas distinta, pactada y coherente con el programa económico implícito de la legislatura. Esa es la base que proporciona el acuerdo. Tiene que acompañarse con un cambio verosímil en las leyes laborales. La reforma laboral de Rajoy debe interpretarse como una norma excepcional, quizá necesaria para permitir la supervivencia de las empresas en una recesión profunda, pero que no es compatible con una fase de recuperación. Los empresarios que mejor han reaccionado a la crisis saben que la estabilidad en el empleo aumenta la productividad, genera más valor añadido y fortalece a las empresas. Los negocios construidos sobre la temporalidad y los contratos precarios suelen ser efímeros y su aportación a la estabilidad económica es irrisoria.

El Gobierno de Sánchez ha experimentado en sus carnes el síndrome de la cruda realidad y ha tenido que admitir que carece de escaños para derogar la reforma laboral. Quizá la minoría parlamentaria pueda convertirse en este caso en una ventaja, porque no es necesario derogar la reforma laboral para mejorar el mercado de trabajo. Basta, por el momento, con reformar aspectos críticos de la reforma. Las líneas de acción, lo que la ministra llama retoques, cuya exigencia mínima es que sean pactadas, se concretan en combatir la temporalidad a través de los incentivos adecuados y de las inspecciones laborales necesarias, debatir de nuevo la ultractividad y volver a la prevalencia de los convenios sectoriales sobre los de empresa. Son prácticas que pueden mejorar las condiciones del mercado laboral en dos años.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_