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‘Baby Led Weaning’: los bebés eligen qué quieren comer. Y los pediatras lo aprueban

La Asociación Española de Pediatría promueve que los pequeños prueben la comida primero con las manos y coman en familia

'Baby Led Weaning'
'Baby Led Weaning'GETTY
Carolina García

Una de las dudas más frecuentes para los padres, sobre todo, entre los primerizos es cuándo empezar con la alimentación complementaria de sus bebés, proceso por el cual se le ofrece al pequeño comida sólida y líquidos diferentes de la leche materna. Cabe recordar que esta última está recomendada como alimentación exclusiva hasta los seis meses y como complementaria hasta los dos años, según la Organización Mundial de la Salud, y siempre respetando el deseo último de la madre.

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En las últimas recomendaciones publicadas esta semana, titulada Alimentación complementaria en el lactante amamantado (2018) por la Asociación de Pediatría Española se incluye, por primera vez, la técnica del Baby Led Weaning, proceso por el cual el niño come solo alimentos sólidos desde edad muy temprana, ingiere lo mismo que el resto de la familia y come la cantidad qué quiere.

Además, entre sus pautas, añaden, introducir los frutos secos desde los seis meses y subrayan que retrasar la introducción de comida sólida puede tener consecuencias negativas para el pequeño como: carencias nutricionales, aumento de riesgo de alergias o una peor aceptación de sabores y texturas. En el caso particular de la fruta inciden en que hay que comerla en trozos y poco a poco y no dar zumos a los menores de un año.

En el documento de 13 páginas, los expertos aconsejan introducir la alimentación complementaria a la edad de seis meses, sean los bebés a término o prematuros. “Para poder comer alimentos diferentes de la leche”, explican en el documento, “los seis meses es una edad indicativa de que el organismo del bebé tiene la maduración necesaria tanto a nivel neurológico, como renal, gastrointestinal e inmune”.

“Se considera”, continúan, "que el pequeño está preparado cuando adquiere las destrezas psicomotoras que permiten manejar y tragar de forma segura los alimentos”. Hacerlo antes, podría tener consecuencias perjudiciales para el menor como atragantarse, padecer infecciones del tracto respiratorio o un aumento de las alergias alimentarias o de intolerancia al gluten, entre otras, según sostienen en el texto los expertos.

El Baby Led Weaning como método de alimentación complementaria válido

El Baby Led Weaning (BLW) es un tipo de alimentación complementaria en la que los padres deciden lo que le dan al bebé, pero es él, el que coge por sí mismo la comida, decidiendo lo que come y cuánto come. Entre las pautas de aplicación están que el bebé se siente a la mesa con la familia en las comidas; que se le ofrezca la misma alimentación (sana) que al resto y que se alimente por sí solo desde el principio; al principio con las manos y luego con cubiertos.

Beneficios de BLW, según la AEP:

Favorece el mantenimiento de la lactancia materna.

Favorece la alimentación perceptiva y basada en las señales de hambre y saciedad del niño, como recomienda la OMS. Esto potencia una relación sana con la comida.

Se ha relacionado con una mejor autonomía y desarrollo psicomotor.

Los frutos secos a los seis meses

No existe evidencia científica que indique que hay "que retrasar la introducción de alimentos potencialmente alergénicos (huevo, pescado, frutos secos, lácteos, legumbres, todo tipo de frutas) más allá de los seis meses y que esto prevenga las manifestaciones alérgicas, tanto en niños de bajo como de alto riesgo" sentencia el documento la AEP. Al contrario de lo que se creía, algunos estudios señalan que retrasar su introducción puede aumentar el riesgo de alergia. La edad para los expertos españoles son los seis meses.

A pesar de estas nuevas recomendaciones, algunos expertos alegan que la introducción debe ser antes, exactamente, a los cuatro meses. Las nuevas recomendaciones que llegaron en 2017 desde Estados Unidos, elaboradas por el Instituto Nacional de Alergia y Enfermedades Infecciosas del país (NIAID), hicieron un "llamamiento a los padres para que les den alimentos que contengan cacahuete lo más pronto posible -sobre los cuatro o seis meses-, como una manera eficaz de evitar alergias en el futuro". Según estos expertos, "los niños que empiezan a tomarlos en estas etapas y continúan hasta los cinco años, tienen una probabilidad del 81% de no padecer la alergia a este fruto seco". Los expertos estadounidenses recomendaba no dar a los pequeños con alto riesgo de alergia los cacahuetes hasta los tres años, indicación que fue sugerida en el año 2000 por la Asociación Americana de Pediatras. Las nuevas indicaciones que iban dirigidas a los niños con eczema severo, alergia al huevo o que padecen ambas cosas, niños con alto riesgo y situaba la edada entre los cuatro y seis meses".

"Tampoco hay evidencias en el momento actual de que la introducción de alérgenos mientras se mantiene la lactancia materna disminuya el riesgo de alergia, ni de que modificar la dieta de la madre embarazada o lactante de modo preventivo tenga alguna utilidad", subrayan el texto.

A los 12 meses, el bebé ya puede tomar los mismos alimentos que el resto de la familia, teniendo especial cuidado con los alimentos que pueden provocar atragantamientos que se desaconsejan antes de los tres años.

*Para consultar más dudas sobre estas recomendaciones: http://www.aeped.es/sites/default/files/documentos/201802-alimentacion-complementaria_1_1.pdf

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Sobre la firma

Carolina García
La coordinadora y redactora de Mamas & Papas está especializada en temas de crianza, salud y psicología, y ha desarrollado la mayor parte de su carrera en EL PAÍS. Es autora de 'Más amor y menos química' (Aguilar) y 'Sesenta y tantos' (Ediciones CEAC). Es licenciada en Psicología, Máster en Psicooncología y Máster en Periodismo de EL PAÍS.

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