Así se modernizan siete tópicos (viejos y nuevos) españoles

Para unos es la respuesta moderna al himno de Marta Sánchez. Para otros es el equivalente español de Crazy in love, aquel éxito que hace 15 años creó a Beyoncé. Los más cinéfilos apuntan que todo está sacado de las películas de Bigas Luna. Todo el mundo parece tener una opinión sobre Malamente, el nuevo videoclip de la cantante Rosalía, la barcelonesa de 25 años que está acercando el flamenco a la generación millennial y es ya uno de los fenómenos musicales del año. La artista ha llenado recintos por toda España en 2018 en la presentación de su primer disco, Los Ángeles.

Ahora llega su nueva canción, Malamente, donde mezcla estilos como el trap, el flamenco o el r&b.  Las reacciones en las redes no se han hecho esperar. La mayoría parece ver, en el sonido y en la estética del impresionante vídeo dirigido por Nicolás Méndez, de la productora Canada, la actualización de esos elementos que conforman los tópicos de "lo español". También ha habido quienes critican cierto apropiacionismo de la cultura gitana.

Sea como sea, estos son algunos de los símbolos –de la vieja España, pero también de la nueva– que Rosalía ha llevado a su terreno.

1. El toreo como una forma de baile

La más intrínseca de las tradiciones españolas: el toreo. Para darle otro aire se ha recurrido a alumnos de la Escuela Cultural de Tauromaquia de Jaén, que se trasladaron a Barcelona (donde, por cierto, están prohibidas las corridas de toros) para el rodaje. Sin traje de luces, lo que aparece es un adolescente con cazadora vaquera que parece bailar con el capote.

2. Hola camión, adiós camionero

El camión español parece otra cosa si lo despojas de su ocupante habitual, el camionero. Es lo que hace el videoclip cuando Rosalia ocupa un espacio tradicionalmente asociado a lo masculino: la cabina, ese lugar donde la testosterona puede casi cortarse con un cuchillo.

3. La virgen en la piel

Nada más español que una virgen, nada más contemporáneo que un tatuaje. Combínense ambas en una sola imagen. El resultado queda a la vista. Entre el fervor y la más pura prueba de amor. La religión como romanticismo extremo y carnal.

4. La mística del aparcamiento al amanecer

He aquí un homenaje a uno de los nuevos símbolos de la España popular: el capote, el párking, el coche tuneado. Y ese cielo encapotado, que automáticamente se asocia con que acaba de amanecer. En algún lugar, ahí cerca, supones que habrá una megadiscoteca. Pero todo el conjunto es tan estilizado que debe recordar a Camelot.

5. Las mujeres se apoderan de los clichés masculinos

El rojo es el color español por excelencia. El chándal, la prenda del presente. Como en casi todo el vídeo, mujeres invaden la iconografía tradicionalmente asociada a lo masculino. Las sillas de camping, las mesas plegables Y, un momento, ¿eso que está al lado del barreño con cerveza es una botella de coñac? El brandi español, esa bebida para hombretones de pelo en pecho. Una de sus marcas más populares se anunciaba con un sutil "es cosa de hombres". No hay nada más que añadir, señoría.

6. Penitente en una burbuja inmobiliaria

Un nazareno patinando sobre una tabla de clavos. Y al fondo, una grúa. Que se puede entender como la auténtica cruz generacional: esa burbuja inmobiliaria que parece que martirizará a generaciones de jóvenes españoles lo que les queda de existencia.

7. Yo soy La Rosalía

Si el cineasta Bigas Luna hizo de La Juani un modelo de existencia, Rosalía la transporta a una nueva dimensión. Este cambio de tercio la devuelve a aquella primera colaboración con C. Tangana, Antes de morirme, que lleva más de 22 millones de visionados en YouTube. Este Malamante se aproxima al cuarto de millón de visitas en menos de 48 horas. Rosalía ya era una estrella, ahora es algo más.