Sí, el manual de instrucciones de tu bebé existe. Te ayudamos a descrifarlo
Lo que ocurre es que es tan genuino y propio de cada niño, que hay que descubrirlo y aprender a detectar las señales
Todo bebe nace con un Manual de Instrucciones bajo el brazo. Un Manual que te dice cómo es tu bebé y que necesita de su entorno ¿cómo descubrirlo y aprender ese lenguaje genuino en el que está escrito?
Trabajo hace más de 30 años en psicología infantil ayudando a las familias con los comportamientos de sus peques y he aprendido una cosa básica, la verdadera ayuda que necesitan es que les mostremos que sí saben de sus hijos. De ahí, mi insistencia en decir una y otra vez que el Manual de Instrucciones de un bebé ¡existe! Sí, existe aunque lo complejo es darse cuenta de ello y descubrir el lenguaje único y genuino que trae el de cada uno.
Conocí a María y a Pedro unas semanas antes de que su bebé llegara al mundo, eran papás primerizos y estaban nerviosos y emocionados por todo lo que se veían venir.
Asumir el oficio de ser padres puede ser una empresa difícil o una aventura emocionante y a mí me gusta que se lo tomen como el deporte de riesgo más emocionante del mundo. Ese salto del puente más alto o afrontar ese descenso en canoa para llegar al remanso en el que conectar con la calma.
El nacimiento de un bebé también es el nacimiento de una mamá y de un papá y para afrontarlo con plena consciencia hay que confiar en las propias capacidades y activar la escucha activa. Esa escucha que nos permite entender los signos y señales que todo bebé emite desde el primer momento e incluso ya antes de nacer.
María estaba en la recta final de su embarazo, así que esos futuros papás ya sabían muchas cosas de Éric. Pedro decía sonriendo que iba a ser futbolista porque no dejaba dormir ninguna noche a María con sus patadas ¡mira que si acabamos teniendo un Messi! a lo que María respondía con una mueca de dolor ¡noooo , por favor, no voy a soportar muchas patadas más!
Pedro y María, con sus pensamientos, fruto de esas primeras experiencias, ya estaban proyectando un futuro para su hijo y eso está bien pero lo que está mucho mejor es aprender que Éric es un bebé inquieto que se mueve y explora los límites de su entorno. Quizás le guste el futbol pero lo que si le va a gustar es descubrir todo lo que haya a su alrededor.
El nacimiento de Éric fue rápido, sin ningún tipo de complicación ¡Éric tenía muchas ganas de conocer a esos papás! Desde el primer momento se agarró al pecho de mamá y a los pocos minutos se quedó tranquilo.
Éric pudo reconocer a mamá y Pedro y María a su hijo.
El primer contacto entre un bebé y sus padres y en especial mamá es esencial para que se inicie un vínculo de apego seguro. Recibir a ese bebé, acogerle, contener toda esa primera ansiedad que produce ese entorno extrauterino tan distinto y que un bebé no puede reconocer, es vital para que un bebé pueda sentir confort e iniciar el aprendizaje de la vida.
Esos primeros instantes del encuentro entre Éric, María y Pedro fueron preciosos, pero pronto Éric empezó a mostrar su temperamento. Ya sabíamos que era movido ¿no? Pues movido siguió.
María y Pedro prestaron atención a cada uno de los lloros, risas, movimientos de Éric manteniendo la calma. Observando e interpretando sus comportamientos para ir aprendiendo lo que Éric necesitaba y qué hacer para acompañar su crecimiento.
A esas patadas de Éric por las noches siguieron otras muchas noches en las que Éric necesitaba que mamá estuviera despierta porque era para él el mejor momento en el que explorar. Pero con la ayuda de Pedro, que la relevaba más de una noche, Éric pudo aprender que las noches eran para dormir y los días para jugar.
Éric es un niño inquieto, curioso, que demanda continuamente atención porque tiene una gran vitalidad y motivación por conocer todo lo que le rodea. Ello hace que sea muy sensible a todo tipo de situaciones en las que necesita a papá y a mamá que le den explicaciones para poderse calmar. También necesita de la ayuda de mamá y papá para desarrollar capacidades que le permitan poco a poco regularse y convertir sus miedos en oportunidades de aprendizaje.
Con Pedro y María escribimos ese Manual de Instrucciones que les acompaña día a día y que les hace sentirse confiados en sus propias capacidades y firmes en sus convicciones de crianza. Éric crece feliz porque es un niño que se siente seguro aunque tenga miedo ante una nueva situación, se enfade cuando algo no le sale bien o monte alguna que otra rabieta porque sus padres no le permitan hacer algo que no le conviene para su desarrollo.
Ahora Éric va a tener una hermanita y sus papás saben que empieza una nueva aventura porque van a tener que escribir de nuevo ese Manual de Instrucciones que trae Paula.
© Yolanda Salvatierra Ferrón – Psicóloga infantil en KASH-LUMN Family Care www.kash-lumn.com – Equipo El médico de mi hij@
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