El nuevo videoclip de Atom Rhumba: una orgía en plastilina
Beatriz Sánchez recrea en 'stop motion' la histeria del día a día humano
Bocas en movimiento, gargantas escupiendo objetos, cuerpos danzantes, pequeños muñecos de distintos colores y tamaños nadando en el vacío, nacimientos, bebés que vuelven al líquido amniótico. Prisas. Algo del histrionismo que ponemos alguna vez todos en marcha. Políticos, sexo, construcción y deconstrucción.
El nuevo videoclip Fat Jackson de Atom Rhumba, la banda vasca, es una “orgía de sensaciones” hecha con plastilina de colores. Lo dice la propia creadora, Beatriz Sánchez, que ya ha trabajado con ellos en otras dos ocasiones. Su perspectiva encaja en ese mundo descarnado y no apto para todos los públicos del grupo, que volvió, después de siete años en barbecho, en enero de este año con Cosmic Lexicon. “Nos encanta como trabaja. Tiene mucho sentido del humor y creo que la ha clavado”, reconoce el vocalista, Rober!, el único miembro original del grupo que todavía sigue.
Beatriz Sánchez cuela y mezcla en este vídeo todo lo que cualquiera hacemos cada día: comer, trabajar, cagar, dormir... Como la propia letra de la canción lo indica, como si fuera una máquina de triturar en la que todo cabe, todo se mezcla y todo se destroza, o se crea. La historia empieza con un parto y termina cuando todo vuelve a entrar en el cuerpo de una mujer. El nacimiento y la mujer como inicio y fin de la historia.
Además de machacar las distintas actividades cotidianas desde el primer día de vida hasta la muerte –en las que caben diferentes experiencias sexuales– el vídeo en stop motion busca ilustrar “todo lo que nos pasa por la cabeza”. “La histeria colectiva del día a día humano”, según explica Sánchez, que recrea elementos oníricos y surrealistas inspirados en el trabajo del creador de las películas animadas Bruce Bickford, como las piezas que hizo para el músico, productor y director de cine Frank Zappa en Baby Snakes, una película que incluye imágenes del concierto de Zappa en Halloween en 1977 en el Teatro Palladium de Nueva York y el backstage de la actuación, además del stop motion en arcilla de Bickford.
Para crear este vídeo de 1 minuto y 51 segundos, con entre 8 y 12 fotogramas por segundo, la artista cordobesa trabajó un mes sola en su estudio de casa, con aplicaciones de móvil y otros programas. Quiso hacer algo “guarrete pero no pornográfico” con el nuevo tema del grupo que mezcla ritmos del rock y el funk. “Esto lo puede ver hasta un niño”, exclama la artista.
Al final, son rutinas. Y todos podemos acabar reducidos a ellas. "No somos más que carne y todos acabamos igual”, sentencia Rober!, el vocalista de Athom Rumba.
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