El dedo del presidente
Es habitual en el Partido Popular que sea el dedo de su presidente el que elija a sus cargos más importantes, salvo en procesos generales, pues así lo establecen sus estatutos. Nada que ver con los procesos de primarias de otros partidos donde intervienen sus bases. Me pregunto si esos estatutos son inamovibles o se podrían modificar para que esas decisiones unipersonales fueran de verdad democráticas. De cualquier forma, y a la vista de los numerosos casos de corrupción, los designados deberían prometer solemnemente que están limpios para no ensuciar más al partido y a quien les apoyó.— Gregorio Medina. Coslada (Madrid).
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