Cara Delevingne acusa al organizador de Coachella de homófobo y pro armas
La actriz y modelo explica en su Instagram que esta es la causa de que no asista a esta importante cita musical que reúne a famosos de todos los ámbitos
El Festival de Música y Artes de Coachella Valley reúne en Indio (California) a famosos de todo tipo dispuestos a divertirse y asombrar a sus seguidores con sus estilismos de tipo hippie, según marca la tradición de la cita musical. Rock alternativo, hip hop, música electrónica, pop y referencias al movimiento hippie, que más allá de la indumentaria hay que recordar que nació en los años 60 en Estados Unidos con una filosofía libertaria y pacifista.
Exactamente lo contrario que Cara Delevingne –que sí ha estado en otras ediciones del festival– cree que representa su propietario Philip Anschutz, a quien acusa de ser hómofobo y pro armas y por tanto opuesto al espíritu que debería transmitir este festival. Por este motivo la actriz y modelo ha decidido no acudir este año al festival en un gesto de rechazo a su promotor. Anschutz es un empresario que ocupa el puesto 31 entre los hombres más ricos de los Estados Unidos, según la revista Forbes. Su fortuna se calcula en 7.800 millones de dólares, es miembro de la Iglesia Presbiteriana Evangélica y está considerado como un cristiano ultraconservador.
Cara Delevingne no ha pasado por alto las informaciones que le han relacionado con hechos contra las libertades y ha explicado en su Instagram Stories que no volverá a un evento que depende de un hombre que dedica parte de su fortuna a financiar a políticos pro armas, anti LGBT y birther, que es el nombre que reciben en Estados Unidos quienes defienden que el presidente Barack Obama nació fuera del país del que fue presidente y por tanto no tenía derecho a haber ocupado este cargo. “Solo para que lo sepáis”, añadía Delevingne al lado del hashtag #NOchella.
Además de Delevingne también se ha pronunciado en el mismo sentido, su amiga la también modelo británica Adwoa Aboah. Ambas aludían a un artículo publicado hace unos meses en complex.com en el que se daban detalles sobre cómo Philip Auschutz, dueño del festival de Coachella, había donado 190.000 dólares a grupos conservadores entre los que se incluyen organizaciones anti LGTBQ como Alliance Defending Freedom y Family Research Council.
Anschutz declaró a la revista Rolling Stone que cortaron las contribuciones a estos grupos en cuanto se enteraron que apoyaban este tipo de causas. Pero sobre su actuación sigue cerniéndose la duda sobre sus actuaciones, un hecho que ha vuelto a adquirir actualidad tras las denuncias de Delevingne y su amiga modelo.
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