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Famosos homosexuales, de la oscuridad a la normalidad

Kevin Spacey ha recordado tiempos olvidados con la forma de declarar su homosexualidad, cuando la mayoría de celebridades viven su diversidad sexual con naturalidad

De izquierda a derecha, Sarah Paulson, Neil Patrick Harris y Kristen Stewart.Vídeo: CORDON PRESS
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La salida del armario (una expresión que hoy muchos consideran caduca) de Kevin Spacey se ha calificado como una de las más desafortunadas de las que se recuerdan en Hollywood. El actor contó que vive su vida “como un hombre gay” en un comunicado en el que respondía a las acusaciones de acoso sexual por parte de otro intérprete. Las críticas se desataron porque Spacey intentó despistar sobre el verdadero motivo de la noticia, de hecho declaró que no recordaba haber acosado a su compañero, ofreciendo otro titular aún más llamativo sobre su propia tendencia sexual. Para muchos, el oscarizado protagonista de American Beauty (2000) ha mezclado reconocer ser gay con la tibia asunción de un delito. Algo que en cierto modo ha traído a la memoria la época en la que famosos, y también gente corriente, ocultaban su homosexualidad y cuando se descubrían lo hacían de forma trágica. 

Fue en los años ochenta, en pleno apogeo de la pandemia del sida, cuando vieron la luz los sonados casos de Rock Hudson, Anthony Perkins o Freddie Mercury. Grandes estrellas adoradas por el público y, en el caso de algunos como Hudson, auténticos iconos sexuales que de repente veían descubierto su secreto a causa de una enfermedad maldita. Años después aparecieron los rumores sobre otras estrellas de los años dorados del cine, como Cary Grant, Randolph Scott o Montgomery Clift, que presuntamente también habían sido homosexuales pero que nunca pudieron contarlo. Más allá de historias sobre orgías privadas entre mitos del celuloide, en los años ochenta alguien rompió las reglas. Fue Ian McKellen cuando en 1988 y con 49 años anunció públicamente que era gay. Recientemente el actor inglés declaró que se arrepiente de haberlo hecho tan tarde. Aunque en realidad fue un pionero que allanó el camino a muchos otros intérpretes. 

De izquierda a derecha, Ian McKellen, Ellen DeGeneres y Rupert Everett.
De izquierda a derecha, Ian McKellen, Ellen DeGeneres y Rupert Everett.GtresOnline

El carácter conservador de Hollywood le ha hecho ir a la industria un paso por detrás de los cambios sociales. Mientras los gays, lesbianas, bisexuales o transexuales empezaban a ser aceptados plenamente, las personas de la comunidad LGTB de la industria del entretenimiento estuvieron muchos años más bajo la presión del miedo a perder su trabajo y ser despreciados por el público. Una realidad que quedó patente en las salidas del armario más recordadas de los noventa. El actor Rupert Everett denunció que tras hablar públicamente de su identidad sexual su carrera se frenó cuando estaba en lo más alto, con papeles en películas tan importantes como Shakespeare in Love. La presentadora Ellen DeGeneres decidió salir del armario a través de su propio personaje en la serie de ficción que llevaba su nombre. Fue hace 20 años y supuso una auténtica revolución en Estados Unidos. DeGeneres tuvo que conceder varias entrevistas y soportar que los reporteros fuesen a entrevistar a su familia para ver qué opinaban sobre tener una hija lesbiana.

Cara Delevingne.
Cara Delevingne.GtresOnline

Los famosos de la generación millennial han sido los impulsores de un cambio definitivo al trasladar a su faceta de personajes públicos la normalidad con la que se vive la diversidad sexual en la sociedad actual. Una actitud con la que han animado a otros colegas de mayor edad a dar el paso. Jóvenes como Ellen Page, Cara Delevingne, Matt Bomer, Neil Patrick Harris o Kristen Stewart han alcanzado el éxito al mismo tiempo que vivían abiertamente su sexualidad. También en estos últimos años se han sumado actrices como Sarah Paulson, Cynthia Nixon o Jodie Foster, aunque las celebridades siguen teniendo un mayor celo sobre su vida privada, a excepción de la exposición total y la enorme repercusión mediática con la que Caitlyn Jenner anunció su condición de transgénero.

Al contrario que en la calle, donde una de las prioridades del activismo LGTB es la lucha por una mayor visibilidad de las lesbianas, en Hollywood las mujeres ganan por goleada últimamente. En España ha sucedido algo parecido. Antes los referentes LGTB eran Jesús Vázquez o Alejandro Amenábar, y hoy es la influencer Dulceida.

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