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Dime si tienes perro o gato y te contaré qué serie vas a ver

Una encuesta a 50.000 suscriptores de Netflix distingue, según el animal que convive con ellos, sus preferencias y hábitos

getty images
Ana Alfageme

¿Hay algo que mejore una tarde devorando, capítulo a capítulo, la mejor serie que has visto en tu vida? Sí, esa que has descubierto esta semana, aún más excitante que la de la anterior y que ni decir tiene de la de hace quince días. En mi caso, la opción orgásmica es verla con Matilda haciéndose hueco entre el respaldo del sofá y mis piernas. Su calorcito y los chistes de Un día a la vez, las lecciones de vida de Merlí o esa tensión subterránea de Big litttle lies  hacen francamente duro abandonar el edén con manta. No tengo nada de original (soy como tres de cada cinco españoles que comparten sesiones de streaming con sus animales, según una encuesta de Netflix) salvo que puedo elegir entre tumbarme a todo lo largo o reclinar el sofá. Opción con la que mi perra tiene una relación ambivalente. Le encanta disponer de más espacio pero odia que el chisme, al moverse, la saque de su ensueño de calcetines malolientes y palos al vuelo.

La plataforma de streaming (117 millones de suscriptores en 190 países) ha encuestado a 50.000 usuarios de 27 naciones que ven series con sus mascotas. Loa resultados son tiernos. Más de la mitad cree que los peludos son los mejores compañeros para los placenteros maratones de series. Básicamente porque resultan la mejor compañía, no hay quien les gane a mimosos (así lo cree el 82%). Mi problema es que Matilda, cuando quiere mimos, me lanza la zarpa donde caiga y a punto ha estado más de una vez de sacarme un ojo. Así que yo destacaría como grandes ventajas que ni hace espoilers (ni se le ocurra), ni se pelea por el mando a distancia (15% lo alega).

Siempre me he preguntado si la perra distinguirá el estridente naranja de los monos carcelarios de Orange is the new black o si le parecerán tan rápidas las escenas de Sense8. Parece ser que ve en dicromía, o sea, con menos colores que nosotros y en los espectros que van de amarillo a azul. Una bandera del arco iris es para ella un abanico apagado entre los ocres y solo un brillante añil. Ni rastro de rojo en su retina. Por lo tanto, no le inmutaría la continua carnicería de Juego de Tronos.

Netflix

¿Y qué es lo que percibe Mía, la gata favorita de este blog, cuando su dueño la obliga a ver House of Cards? Pues más o menos lo mismo que Matilda pero añadiendo el espectro de verdes. Los ojos de gatos y perros son distintos de los nuestros. ¿Os acordáis de cuando nos contaban en el cole que teníamos en la retina conos y bastones? Pues nuestros compañeros poseen más bastones que nosotros, por lo que ven mejor de noche y lateralmente. Pero menos conos, y por lo tanto observan unos colores como pasados por 500 ciclos de lavadora. Las dos son igual de miopes –para distinguir claramente los contornos de un objeto o una persona han de estar muy cerca- y reaccionan a los movimientos. La llegada de los televisores modernos y el mundo digital les advertir de verdad un movimiento continuo

En la encuesta de Netflix, los humanos gatunos, quizá por vivir acompañados de seres ignotos, prefieren la fantasía y la ciencia ficción (Black Mirror, por ejemplo) y los perrunos, el movimiento y la adrenalina de series como Narcos. Imagino perfectamente a los dueños de pájaros contemplando dramas de época como Las chicas del cable. Aunque también les gustan las ficciones de acción.

Al parecer, todos se ponen de acuerdo con las irresistibles aventuras de los niños de Stranger Things.

Sobre la firma

Ana Alfageme
Es reportera de El País Semanal. Sus intereses profesionales giran en torno a los derechos sociales, la salud, el feminismo y la cultura. Ha desarrollado su carrera en EL PAÍS, donde ha sido redactora jefa de Madrid, Proyectos Especiales y Redes Sociales. Ejerció como médica antes de ingresar en el Máster de Periodismo de la UAM y EL PAÍS.

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