Árboles caídos, vidas truncadas
Si los árboles revisados caen, algo está fallando. ¿Qué formación tienen los que revisan? ¿Es la arboricultura una ciencia lo suficientemente potente como para garantizar que los técnicos protejan a los ciudadanos con sus actuaciones protocolizadas? ¿Sabe el técnico a pie de árbol lo bastante para asegurar que ese ejemplar no tiene riesgo? Existe el azar, sí, pero el porcentaje de accidentes disminuye cuando mejoran los protocolos. Mi hermano José Luis Jiménez falleció en 2016 en un parque de Moratalaz, bajo una rama de media tonelada. No hacía ni pizca de aire. Como amante de la naturaleza y el senderismo, defenderé siempre el cuidado del arbolado. Porque defiendo la ecología creo que deberíamos retirar de nuestras calles los ejemplares peligrosos, llevarlos allí donde estén mejor. Desde estas líneas me uno al dolor de la familia del pequeño fallecido.— Anabel Jiménez Manso. Valencia.
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