Santi Balmes y su extraña comitiva animal
SHIWA' ES EL título de una canción de Love of Lesbian. Y es también el nombre del perro de Santi Balmes, cantante de este grupo indie. El golden retriever llegó a la vida del músico hace nueve años, al mismo tiempo que la banda se afianzaba en el panorama musical independiente gracias al disco Cuentos chinos para niños del Japón, en el que se incluye el tema dedicado. “Shiwa apenas era un cachorro. Mi esposa y yo nos enteramos de que lo iban a sacrificar y decidimos adoptarlo”, cuenta el compositor, de 48 años. A partir de ahí, el animal se convirtió en el compañero de juegos de sus dos hijas. Pero ahora que son adolescentes, es Balmes quien pasa más tiempo con el perro. “Shiwa necesita el contacto constante con las personas”, dice el músico. “Es como yo, evita siempre la confrontación”. La mascota estaba ya en su vida cuando la banda publicó el álbum 1999, elogiado por la crítica especializada. Aquel fue el empujón definitivo hacia la popularidad de la que gozan hoy.
Los discos de aquellos años iban cargados de guiños al mundo animal. Temas como Miau o Pizzigatos hacen referencia a la pasión del vocalista por los felinos. Sin embargo, su gata Mel es la favorita de su mujer. Se la regaló una vecina hace año y medio. “Su gata había tenido una camada y nos dio a una de las crías”. Desde entonces, Mel se ha convertido en la sombra de Shiwa. “Lo sigue a todas partes. Como los dos son de color miel, ella piensa que es su padre”. Los tres forman un clan algo peculiar. Cada día, Balmes les toca la guitarra y los saca a la calle a pasear. Y ahora, inspirado por esa convivencia, está escribiendo su quinto libro: “Son los diarios de un perro y un gato en clave de humor”. “Porque estoy convencido de que dentro de cinco mil años algún perro empezará a hablar”.
