Sergio Ramos vuelve a montarla con su gorra ‘gatsby’ y su ‘seiscientos’

Sergio Ramos lo ha vuelto a hacer: otro de sus estilismos ha causado sensación en las redes. En esta ocasión por el aire retro británico, con rebeca y corbata, del look con el que se bajó de un Seat 600 a cuyo volante llegó a la ciudad deportiva del Real Madrid. Los aficionados a las series han visto en el ropaje del defensa una emulación de la forma de vestir de los mafiosos de Peaky Blinders.

La forma de vestir de Ramos, de 31 años, se ha convertido en un tema recurrente de conversación en las redes sociales españolas. Se ponga lo que se ponga, el futbolista recibe un aluvión de comentarios, especialmente en su cuenta de Instagram, con casi 22 millones de seguidores. Sus indumentarias han sido comparadas con la de los mikeletes carlistas, con la ropa de Pocoyó y hasta con Super Mario.

El atavío rogue ahora bajo la lupa dista muy poco del que vestía cuando fue comparado con un mikelete. Misma gorra, con distinto color; cárdigan o rebeca, corbata y botines. Pero donde el rojo hacía parecer a Ramos un carlista, el gris y el verde lo transforman, para muchos, en un émulo de los mafiosos de los años 20 en Birmingham que refleja Peaky Blinders.

Y esto a pesar de que los gánsteres de esta serie, casi siempre de traje y chaleco, difícilmente podrían llevar rebeca o cárdigan, una prenda que se hizo popular en los años 40 y que hasta entonces era un accesorio de tenistas. La prenda de punto de la época era el jersey Arán, más popular por ser propia de pescadores de las islas irlandesas del mismo nombre.

La gorra gatsby de tweed (tipo Sterkowski) es clavada a la de los mafiosos anglo-americanos, cercana a la parpusa de aquí.