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Laeticia Hallyday, la mujer que ha dinamitado el legado del cantante

Los dos hijos mayores de Johnny Hallyday acusan a su esposa de quedarse con todo el patrimonio del rockero francés

Johnny Hallyday y su mujer Laeticia Hallyday con una de sus hijos en 2013.
Johnny Hallyday y su mujer Laeticia Hallyday con una de sus hijos en 2013.Bauer-Griffin (FilmMagic)
Silvia Ayuso
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De ser la viuda de Francia, la esposa abnegada que lo dejó todo para cuidar hasta su muerte al roquero Johnny Hallyday, Laeticia Hallyday ha pasado en pocos días a ser retratada como la madrastra joven y ambiciosa que quiere quedarse con la inmensa fortuna de su marido a costa de los hijos que el cantante tuvo de relaciones anteriores. El detonante ha sido una dura carta pública escrita por la actriz Laura Smet, la hija de 34 años —solo ocho menos que la mujer de su padre— de Johnny Hallyday en la que denuncia que en el testamento de este tanto ella como su medio hermano mayor, David Hallyday, han sido completamente desheredados.Sin embargo, esta semana se supo que el cantante les hizo en vida importantes donaciones, motivo que estaría detrás de su última decisión. En cualquier caso que las relaciones entre la esposa del cantante y los hijos mayores de este no eran buenas se sabía. Aun así Francia, que hace solo dos meses despidió con honores de héroe nacional a su músico más icónico, asiste ahora atónita a una guerra de clanes digna del mejor culebrón y que amenaza con destruir la imagen del Elvis galo.

Francia lloró con Laeticia, una exmodelo de 42 años, cuando esta, en la madrugada del 6 de diciembre, anunciaba, rota de la emoción, que su marido durante dos décadas había muerto a los 74 años a causa del cáncer de pulmón que combatió durante el último año de su vida. Y se emocionó cuando la destrozada viuda acompañó el ataúd de su marido en su multitudinaria despedida en París y, después, en una ceremonia íntima en la isla antillana de San Bartolomé donde fue enterrado. Todo eran reconocimientos para una mujer que no se apartó ni un instante de su marido, especialmente en los peores momentos de la enfermedad de Hallyday, y que lo ayudó a continuar su amada carrera hasta casi el final, ocupándose a la par de sus negocios y del cuidado de las dos niñas adoptivas de la pareja. “La roca de Johnny”, la llamó la prensa francesa.

La imagen sin embargo empieza a resquebrajarse. Y todo por el patrimonio. Unos cien millones de euros, según Les Echos. En juego están lujosas propiedades y los jugosos derechos de autor de un músico que en vida vendió más de 110 millones de discos y cuya muerte ha disparado las ventas, con un álbum póstumo a punto de salir a la calle. Otro motivo más de tensión, según la prensa francesa, porque Laeticia no contó con David Hallyday, músico como su padre, para este último proyecto

Johnny Hallyday y su mujer Laeticia en el desfile de Saint Laurent Menswear en 2016.
Johnny Hallyday y su mujer Laeticia en el desfile de Saint Laurent Menswear en 2016.Bertrand Rindoff Petroff (Getty Images)

El diario Le Point reveló el jueves que las cosas no son tan blanco y negro como apuntan los hijos mayores de Hallyday. De acuerdo con la publicación, el cantante entregó a su hija desde 2004 5.000 euros mensuales y además la ayudó a adquirir dos apartamentos en un elegante barrio parisino. De igual modo, Hallyday le otorgó a su hijo su mitad de una vasta residencia que tenía con su exesposa Sylvie Vartan también en París y que hoy alcanza un valor de 20 millones de euros.

"Hace tiempo que se sabe que, en la galaxia Hallyday, hay enormes tensiones latentes que fueron soterradas estos últimos años en nombre de la sagrada unidad”, explicaba esta semana en la emisora RTL el biógrafo del cantante Éric Le Bourhis.

En el plano económico, los hijos mayores de Hallyday han resentido el absoluto control ejercido por Laeticia en los últimos años. Después de la primera crisis de salud que sufrió el cantante en 2009, sus negocios pasaron progresivamente a estar en manos de la familia de Laeticia. Las sociedades que gestionan sus interesas están oficialmente bajo control de la abuela de esta, Elyette Boudou, apodada “Mamie rock”, la abuela del rock.

Una situación que no hizo más que agravar las tensiones familiares que comenzaron nada más conocerse la relación de Hallyday con una joven francesa asentada en Estados Unidos llamada Laeticia. Cuando la pareja se casó, en 1996, Laeticia acababa de cumplir 21 años. Johnny tenía 53 y dos hijos de sendas relaciones anteriores. David, de 30 años, nacido de su primer matrimonio con la cantante Sylvie Vartan, y Laura, de 12, fruto de su relación con la actriz Nathalie Baye. Nunca hubo química entre la hija, marcada por el divorcio de sus padres cuando tenía dos años, y la joven nueva esposa. A Laura, “de niña, su padre le faltó. No tuvo una juventud fácil”, dijo a Le Parisien el productor Dominique Besnehard, padrino de la actriz, quien a lo largo de los años ha tenido problemas con el alcohol y las drogas. Por su parte, cita el diario otro antiguo colaborador del cantante, “Laeticia siempre tuvo celos de Laura”. Hasta el punto de que padre e hija se tenían que ver a escondidas, afirma el biógrafo Le Bourhis y confirmó la propia Laura Smet en su explosiva carta, en la que también acusa a Laeticia de no haberle permitido ver a su padre antes de morir, igual que su hermano David. Ambos se han unido ahora para luchar por lo que consideran que es suyo. La batalla promete ser larga, y fea.

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Sobre la firma

Silvia Ayuso
Corresponsal en Bruselas, después de contar Francia durante un lustro desde París. Se incorporó al equipo de EL PAÍS en Washington en 2014. Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid, comenzó su carrera en la agencia Efe y continuó en la alemana Dpa, para la que fue corresponsal en Santiago de Chile, La Habana y Washington.

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