Fría injusticia
El frío temporal que se cierne en estas semanas sobre España no lo hace igual para todos. Hay muchas personas españolas que se ven obligadas a priorizar gastos de alimentación u otros inmediatos frente al pago de la calefacción, la luz o el agua caliente. El progresivo encarecimiento de las facturas de la luz y la falta de medidas efectivas no dejan un panorama esperanzador. La ambigüedad del término “pobreza energética”, en ocasiones le resta visibilidad a las repercusiones de la vulneración de este derecho fundamental en nuestra sociedad. Ante esta preocupante situación, cada vez más común en los hogares españoles, el Gobierno debería imponerse frente a las eléctricas y su insaciable codicia, y asegurar a sus ciudadanos el acceso a una energía limpia y asequible.— Víctor Clemente López. Madrid.