La caza de brujas en versión surcoreana
Una exministra de Cultura, condenada a la cárcel por crear una lista negra de artistas “izquierdistas”
![La exministra de Cultura surcoreana Cho Yoon-sun.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/YQH5T7RHG53ZLWVMU2KCLALFUU.jpg?auth=862b0be0270186e74d2179e88cff9e207c507b8452ded5fdf80b68e7f7f2922e&width=414)
La semana pasada, la exministra de Cultura surcoreana Cho Yoon-sun fue condenada a dos años de cárcel por conspiración. Era responsable directa, según encontró un tribunal de apelación, de una lista negra que vetaba, por “demasiado izquierdistas”, a casi 10.000 intelectuales y artistas de todos los campos. Entre ellos figuraban algunos de los nombres más prestigiosos y reconocidos internacionalmente, como la autora Han Kang, ganadora del premio Man Booker International en 2016 con su novela The Vegetarian, o el cineasta Park Chan-wook, autor de películas como Oldboy o Thirst.
El desarrollo del juicio ha vuelto a recordar los excesos del Gobierno de la excéntrica presidenta Park Geun-hye, depuesta en 2016 y pendiente de juicio por corrupción después de que se descubriera hasta qué punto durante su mandato estuvo influida por su amiga Choi Soon-sil, “la rasputina surcoreana”. El escándalo de la lista negra —ya juzgado en primera instancia el año pasado, pero reabierto en enero tras nuevas declaraciones— también salpica a la exjefa de Estado. Los fiscales consideran que Park Geun-hye instigó la “caza de brujas” contra los artistas y fue informada sobre la lista. Las represalias no se limitaron solo a excluir a los afectados de recibir cualquier subvención pública. Algunos fueron sometidos a vigilancia estatal sin saberlo.
El caso ha escandalizado por sus implicaciones sobre la libertad de expresión y la censura, en un país de vibrante cultura pop y que recuerda con desagrado los años de dictadura militar en los que el padre de Park, el general Park Chung-hee, ordenaba y mandaba. El tribunal de apelación ha considerado que la discriminación hacia los artistas en la lista negra violaba la Constitución, carecía de precedentes y era de naturaleza totalitaria. Uno de los calificativos más duros en una Corea del Sur que alardea de su buena salud democrática, donde las manifestaciones están a la orden del día y donde las marchas multitudinarias consiguieron deponer pacíficamente a una presidenta cada día más impopular.
Sobre la firma
![Macarena Vidal Liy](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fs3.amazonaws.com%2Farc-authors%2Fprisa%2F78dec7b0-05a3-45b7-a676-f3c20c4a7238.png?auth=72bf8135d95e17025d4952d62e81c5ce119901a33d604bc79472e237cd268dbe&width=100&height=100&smart=true)