Vicky Larraz: “Voy a un millón, el mil se me ha quedado corto”
La cantante se instala de nuevo en España, tras 25 años en Miami, para retomar su carrera con Olé Olé
Vicky Larraz (Madrid, 1962) se esfuerza por disfrutar del presente. "Lo consigo desde que empecé a montar en moto: hay que tener los cinco sentidos en la carretera para no pegársela y esa concentración me relaja. Estar pendiente del entorno me produce serenidad", asegura. Eso le hace manejar las redes sociales, un lugar aparentemente "alejado de la realidad", con precaución. "Ahora estamos más pendientes del pasado, del futuro y de lo que contamos; la gente valida su vida a través de las redes. Si no fuera por trabajo, yo no las usaría", añade la cantante que el año pasado regresó con Olé Olé, la banda con la que se hizo famosa en los ochenta. Tras un año de conciertos, arranca 2018 con varios conciertos. El primero hoy, sábado 27 de enero: actúa con su grupo de toda la vida en el festival Yo fui a EGB. El siguiente, una semana después, el 31 de enero en la sala Galileo Galilei junto al cantante de trap Lyon Boss.
"Estoy contenta de volver con Olé Olé porque fue mi escuela", explica. No se arrepiente, sin embargo, de haber seguido sola: "No habría hecho temas tan importantes como Siete noches sin ti o Bravo Samurai". En 1986 abandonó la formación con la que había cantado No controles y Voy a mil para iniciar su carrera en solitario. Marta Sánchez fue su sustituta. "Me apetecía ser la responsable de todas mis decisiones, en un grupo hay que consensuar todo". Su trayectoria musical, sin embargo, se paralizó cuando en 1992 se trasladó a Estados Unidos de donde acaba de regresar para centrarse en su banda.
Al otro lado del charco cambió la música por la televisión y durante 20 años trabajó como presentadora y productora de tele para varios canales en español. "Trabajé en un magazine en el que tuve oportunidad de entrevistar a figuras como Celia Cruz, El Puma, el guitarrista de Bon Jov. También a Meryl Streep y a otras grandes estrellas de Hollywood como corresponsal de cine", relata.
Ya había hecho sus pinitos como presentadora en España, en De carne y hueso, donde mostraba la casa de los famosos y en Tocata, programa musical en el que presentó a Sanchez, su sustituta en Olé Olé. "Mauricio Romero, el productor, me dio a elegir si quería presentarlo o no, y yo lo hice encantada. El vídeo circula ahora por Internet y lo comparte mucho la gente", comenta. Poco más tarde, se vio obligada a elegir: "Quería promocionar mi disco y entraba en conflicto de intereses con el programa, así que de alguna manera me forzaron. Pero en esta vida siempre hay que renunciar a algo".
En Estados Unidos se casó, fue madre y se divorció."Mis dos niñas son mi mejor producción", bromea. El proceso de divorcio —"muy duro"— coincidió con la grabación de Tu cara me suena, el programa de imitaciones musicales de Antena 3: "Fue una experiencia fantástica en un momento delicado: viajaba a Miami a ver a mis hijas, ensayaba por mi cuenta... El día que hice de Cher acababa de aterrizar". Ya no viaja tanto: ahora vive en la capital con sus hijas ("las dos gringas"). "No pensaba que fueran a ser tan felices en España, porque son muy americanas. Les encanta este país". Ninguna quiere dedicarse a la música: "Me ven a mi y dicen: buff, ya es suficiente". Para Larraz no. Tu cara me suena le sirvió para reconectar con el público español. "Mucha gente me ha parado por la calle para hablarme del concurso. Alguno me dijo que merecía ganar, pero que al ser la menos conocida de los concursantes, conseguía menos puntuación", agrega la cantante
Larraz no es una desconocida
Aunque muchos no la conozca (sobre todo las nuevas generaciones), Larraz no es para nada una desconocida. El reciente regreso con Olé Olé es una prueba de ello —además de un ejercicio de nostalgia extrema—. "Se fue fraguando poco a poco", apunta la cantante. En 2006 ya hubo una intentona de relanzar el grupo; Larraz se retiró. Cuatro años después, la cantante lanzó un EP con dos temas. En 2012 publicó Earthquake, en inglés. Ambos trabajos pasaron inadvertidos.
No era la primera vez que Larraz se lanzaba a cantar en esa lengua. En los ochenta grabó Out of sight, out of mind; A little bit of heaven, Superman y Summer Nights, la versión en inglés de Bravo Samurai. El mercado europeo y el anglosajón, sin embargo, siempre se le han resistido. "No se explotó a Vicky Larraz internacionalmente como se debía hacer", opina, "nunca hice promoción en Latinoamérica, no pisé México, y eso que resulté tercera en la OTI en Lisboa con Bravo Samurai en el 87". Sus canciones, admite, tendrían que haber lllegado al mercado internacional desde cualquier país europeo. "Como Álvaro Soler, que triunfó primero en Alemania con Bajo el mismo sol, acompañado por Jennifer López: "Si Earthquake hubiera seguido esa ruta, habría tenido más posibilidades de ser un éxito".
Larraz opina que en España no creemos en nuestros productos musicales. "Tenemos grandes profesionales pero nos falta aplomo, no nos lo creemos, vamos por la vida pidiendo perdón", sentencia. Por eso cree que es vital tener los sentidos bien abiertos para captar las tendencias. "Hay que estar atento y actualizarse para no quedarse atrás, por eso siempre estoy explorando cosas nuevas", añade. "Joaquín Luqui [el locutor de radio y presentador] me dijo una vez que yo siempre sería una adelantada a mi época", confiesa.
En 2013, Olé Olé renació tras un Grandes Éxitos en 2010. Sus componentes se reunieron para dar un homenaje a su compañero fallecido, el batería Juan Tarodo. Fue un encuentro puntual. Ahora el reboot es más serio. En 2016 lanzaron un recopilatorio con duetos y en 2017 revisitaron sus canciones con la voz de Larraz, e incluyeron un dueto con Marta Sánchez. Ahora planean nuevos temas. Estas semanas, Larraz se reparte entre ensayos, promoción, actuaciones y grabaciones con su banda de toda la vida, ahora formada por Gustavo Montesano, Emilio Estrecha y Pedro Roncero. "Estamos en el estudio haciendo algo que va a ser muy fuerte. Va a dar mucho que hablar, es un reto muy grande", apostilla.
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