El español que dio vida a los Caminantes Blancos de ‘Juego de tronos’
Félix Bergés, astrofísico de formación y con 11 premios Goya a sus espaldas, lidera la compañía que desde Madrid realiza espectaculares creaciones de efectos visuales para Hollywood.
A LOS 14 AÑOS, Félix Bergés (Madrid, 1960) ya programaba cualquier cosa. Astrofísico de formación, siempre le gustaron los ordenadores. De hecho, se dedicó profesionalmente al desarrollo de código informático hasta que empezó a acudir a rodajes. “Me fascina el cine, así que me reinventé coordinando distintas unidades”. Esa experiencia le permitió fundar, hace 14 años, El Ranchito, una empresa de efectos visuales ganadora de 11 premios Goya y tres Visual Effects Society: el primero de ellos, concedido en 2012, por recrear el impactante tsunami de Lo imposible. “Esa reconstrucción es el trabajo del que me siento más orgulloso: en Estados Unidos no pensaban que la película fuera española”.
Fueron estos galardones, otorgados por los profesionales de Hollywood especializados en orfebrería digital, los que les abrieron las puertas del mercado estadounidense. Actualmente el equipo que lidera Bergés presta servicio a Netflix, Paramount, CBS y HBO, y su nombre aparece en los créditos de series como Juego de tronos, The OA, Vinyl, Sleepy Hollow, Star Trek: Discovery o Boardwalk Empire; filmes nacionales como Mar adentro, Un monstruo viene a verme, Julieta o Celda 211, e internacionales como Geostorm, Che, La fría luz del día —con Bruce Willis de protagonista—, Los mercenarios 2 —con Sylvester Stallone— y Deuda de honor, wéstern dirigido por el actor Tommy Lee Jones.
“La industria audiovisual americana trabaja con proveedores repartidos por todo el mundo. Pero en este negocio vendes confianza: tienen que ver tu trabajo poco a poco. Con Juego de tronos, hicimos las pruebas y empezó nuestra colaboración con la secuencia ‘Casa Austera’, de la temporada quinta; luego trabajamos en los caminantes blancos y, en la última temporada, la escena del lago helado, la más grande”, relata.
En El Ranchito consiguen que los muertos vivientes, gigantes y dragones cobren vida en la pantalla: “Todos esos elementos, que son mentira, los incorporamos desde aquí: lo que se ve empieza en un rodaje con poca gente y acaba siendo una montaña con 100.000 zombis persiguiendo al pobre John Nieve mientras sobrevuelan dragones echando fuego: todo eso está hecho a base de capas y trucos digitales”, explica este veterano supervisor de efectos visuales que comanda un equipo de 90 personas que, en épocas de grandes proyectos de cine, televisión y publicidad —los tres medios que cultivan— pueden crecer hasta las 150.
Para ser capaz de crear esos mundos tan complejos técnicamente, subraya Bergés, es fundamental atesorar una virtud: la paciencia. “Es clave en este trabajo, pues hay que hacer muchas versiones de una misma escena: para Juego de tronos hicimos 400 planos, entregando cada semana cientos de ellos, hasta 150 versiones de un mismo plano. Aquí no hay magia: son horas y horas de trabajo”.
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