Salsa picante, un USB y piruletas, los regalos más excéntricos para la familia real británica

Libros, joyas, productos alimenticios y objetos decorativos son muchos de los obsequios que la familia real británica suele recibir cada año. El palacio de Buckingham ha publicado esta semana la lista de regalos que la familia de la reina Isabel II ha recibido a lo largo de 2017 y, entre los más curiosos, se encuentran un lote de salsas picantes que recibió el príncipe Carlos de Inglaterra, una memoria USB para Camilla Parker-Bowles y piruletas para los hijos de los duques de Cambridge.

Precisamente han sido los príncipes Jorge y Carlota de Cambridge los miembros de la realeza británica más afortunados, pues recibieron un total de 59 regalos solo de su gira por el extranjero a Polonia y Alemania el pasado mes de julio. Entre ellos había 17 peluches, varios cuentos y libros para colorear, dos piruletas, tres trenes de juguete, un cochecito de juguete, tres vestidos, dos pares de calcetines y un cazasueños.

El pasado mes de diciembre, un portavoz del palacio de Kensington, residencia oficial de Guillermo y Enrique de Inglaterra y de Kate Middleton, explicó cómo afrontaban los duques de Cambridge los regalos que recibían en nombre de sus hijos en un esfuerzo para que los niños tuvieran una infancia normal y no fueran unos malcriados: “Algunos objetos están en su casa y otros se donan a orfanatos, hospitales o asociaciones que pueden hacer buen uso de ellos”.

Los duques de Cambridge también recibieron una gran variedad de regalos durante estos viajes por Europa, entre ellos 19 libros, tres pares de pendientes y dos bolsos para Kate Middleon y tres pares de gemelos y una réplica de un sable de caballería para el príncipe Guillermo. Durante su visita individual a Luxemburgo, la duquesa de Cambridge recibió de un admirador un bamkuch, un dulce tradicional europeo con un agujero en el medio que se sirve en ocasiones importantes.

Entre los regalos que recibió la reina Isabel destaca un juego de bolas brillantes para el árbol de Navidad, una exclusiva cama para perro, una botella de whisky en miniatura y la bandera de la Unión del traje espacial del antiguo oficial miembro del Cuerpo Aéreo del Ejército Tim Peake. Ahora que Felipe de Edimburgo se ha retirado de la agenda oficial podrá hacer uso del set de viaje de backgammon de lujo que le otorgó la firma de artículos de cuero Smythson. También recibió un manto español tradicional de parte del rey Felipe VI y la reina Letizia de España durante su visita oficial a Reino Unido.

El heredero al trono Carlos de Inglaterra recibió 12 botellas de salsa picante y un tambor de acero durante su viaje a Antigua y Barbuda. El príncipe, cuyo mayor obsequio han sido más de 50 libros, también obtuvo un par de zapatos, un tarro de nueces y semillas encurtidas y un tarro de miel en Rumanía. Su esposa Camilla Parker-Bowles también fue obsequiada con otros productos alimenticos además de algunas joyas, un bolso y una memoria USB que recibió en su visita oficial a India.

La última componente en unirse a la familia de Isabel II, la prometida de Enrique de Inglaterra Meghan Markle, también ha tenido su objeto personalizado a pesar de que aún no forma parte de la familia real de manera oficial. La exactriz recibió un delantal como su primer regalo como prometida real a través de su futuro cuñado, el príncipe Guillermo, quien lo aceptó en noviembre en su nombre durante su visita oficial a Finlandia, que se realizó solo dos días después de que el príncipe Enrique y Markle anunciaran su compromiso. Aunque un delantal puede parecer insignificante, tiene un sentido apropiado ya que a la exintérprete de la serie Suits y a su futuro marido les une la cocina, pues como ambos contaron en la entrevista que concedieron tras su anuncio de compromiso, Enrique de Inglaterra le pidió matrimonio a Markle una noche en la cocina de su casa mientras cocinaban un pollo asado.

Los obsequios oficiales que reciben los miembros de la realeza británica se pueden usar, pero no se consideran propiedad personal de la casa real. Pueden comer cualquier alimento que reciban y los objetos perecederos con un valor inferior a 150 libras se pueden donar a obras de caridad o al personal. No se pueden vender, devolver o cambiar y, por lo general, forman parte de la colección real que la Reina custodia en fideicomiso para sus sucesores y la nación. Estas reglas se ajustaron después de la investigación que se realizó en 2003 sobre la venta de regalos reales y el funcionamiento del palacio de St James.