En defensa del ferrocarril
Al igual que en otras ocasiones anteriores, nuestro Gobierno ha aprobado un plan general de carreteras. Pero, mientras se aprueban estas inversiones, nuestros ferrocarriles languidecen y agonizan lastrados por una creciente pérdida de competitividad derivada de la falta de inversión en la mejora y adecuado mantenimiento de las infraestructuras. Los recortes y la falta de voluntad política han evitado que se introdujesen mejoras en las líneas secundarias que habrían acortado los tiempos de viaje sustancialmente. La falta de viajeros hace que se reduzcan las inversiones y esto provoca una mayor pérdida de clientes. Hay que romper este círculo vicioso y potenciar este medio de transporte que es clave en el ahorro de energía y la lucha contra el cambio climático. Y además genera empleos de calidad.— Julio Llorens Bejarano. Cheste (Valencia).
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