Cabalgatas reivindicativas
Así como la ictericia es una coloración amarillenta de la piel causada por un exceso de bilirrubina en el cuerpo, me da que lo de los lazos amarillos hasta en la sopa también responde a un exceso, en este caso, de victimismo. Una buena prueba de ello es el llamamiento para que la gente acuda a las cabalgatas equipada con todo tipo de lazos o vestimenta amarilla en señal de solidaridad con los políticos presos. Si el entorno independentista persiste en aprovechar cualquier manifestación multitudinaria, aunque sea una inocente cabalgata de Reyes, para politizarla y transformarla en un acto reivindicativo, corremos dos riesgos: uno, que los más pequeños se vean involuntariamente obligados a presenciar, no una cabalgata real, sino un improvisado y monocromo desfile de cintas y lazos; y, dos, que Sus Majestades se molesten ante esa flagrante intromisión que les resta protagonismo, se reboten, y nos traigan a todos carbón. Del negro.— Ignasi Castells Cuixart. La Garriga (Barcelona).
La fiesta de la Epifanía es una celebración con un significado cristiano. La cabalgata de los Reyes Magos que organizan cada año muchos Ayuntamientos no debe confundirse con un carnaval. Es una fiesta de ilusión, especialmente para los niños, donde la magia y la inocencia les permiten creer que de verdad, unos Reyes Magos, vienen de noche a dejarles regalos porque han sido buenos. Si fuera posible, no introduzcamos otros elementos en esta fiesta que debe ser solo símbolo de generosidad y de alegría.— María Belén Romero Montero. Madrid.
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