Los resultados, en clave ideológica

Si leemos los resultados de las elecciones catalanas del 21-D en clave ideológica, o sea, en clave de derechas e izquierdas de toda la vida, y no en la de la falacia supersticiosa del independentismo que nos ciega a los verdaderos problemas del mundo, vemos que las fuerzas consideradas de izquierdas no llegan ni a la mitad de votos emitidos (en concreto, el 47,30%).

Siempre he pensado que en democracia las elecciones están para solucionar los problemas de los ciudadanos, cuestiones de desigualdad económica, de igualdad, de derechos sociales; y en noche electoral siempre he aguardado los resultados pegado al televisor deseando que las fuerzas de izquierdas ganasen. Pero, ¡ay!, en Cataluña estamos a otra cosa.— Jaime Molina Lizana. Marbella (Málaga).

Aunque los partidos independentistas puedan pactar una mayoría de escaños en el Parlamento catalán, una cosa está clara: nunca más podrán esgrimir el llamado mandato democrático a favor de la independencia.

Con una mayoría diferenciada de votos en contra de la secesión y un primer partido como Ciudadanos no se puede afirmar que el pueblo de Cataluña quiera en su mayoría continuar con el procés.

Los partidos independentistas deberán ser consecuentes a partir de ahora con los resultados electorales si quieren ser tomados en serio, y, aunque formen Gobierno, deberán resignarse y cerrar esta etapa turbulenta de una vez por todas.— Tasio Ayensa Sánchez. Rivas Vaciamadrid (Madrid).