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Alterconsumismo
Coordinado por Anna Argemí

Regalos de comercio justo, regalos con historia

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Los productos que compramos han sido hechos por personas. Personas que tienen una vida, una historia. Esto, que es una obviedad, a veces se nos olvida, especialmente en fechas de consumo desenfrenado como las actuales.

Las historias de quienes cultivan, procesan, fabrican o cosen los productos muchas veces están marcadas por la pobreza, por jornadas de trabajo larguísimas y extenuantes, por salarios que no alcanzan para cubrir las necesidades básicas, por ingresos inestables que dependen de las condiciones climáticas, el volumen de la cosecha, las bolsas internacionales o los intermediarios, historias marcadas por ser mujer u hombre, historias de personas que desde su infancia han tenido que trabajar en lugar de ir a la escuela… historias, en definitiva, de injusticia.

En particular en estos días, las organizaciones de Comercio Justo recordamos una vez más la importancia de evitar compras innecesarias que agotan los limitados recursos de nuestro planeta y consolidan la explotación laboral de millones de trabajadores y trabajadoras. Pero, si vais a hacer algún regalo, os animamos a elegir productos que cuentan una historia diferente, productos elaborados por personas que han superado la pobreza, la desigualdad, la injusticia, productos hechos por personas protagonistas de su propia vida.

Aquí os sugerimos algunos de esos regalos con historia, aunque en las tiendas de Comercio Justo podréis encontrar más. Más regalos y, sobre todo, más historias.

Muñecas de algodón

Estas muñecas han sido confeccionadas por la organización artesana de Comercio Justo Selyn, de Sri Lanka. En ella trabajan unas mil personas, la mayoría mujeres, que han conseguido salir de la pobreza y ser independientes. Con los beneficios extra de sus ventas han construido una escuela y ofrecen becas a estudiantes desfavorecidos.

Babero y bodi

El bodi y el babero han sido elaborados por las mujeres de Global Mamas, una organización de Comercio Justo de Ghana que comenzó con seis artesanas en el 2003 y hoy agrupa a más de 350. Juntas han conseguido ingresos estables, acceder al mercado internacional y mejorar sus capacidades.

Fular

Este fular ha sido elaborado por mujeres discapacitadas de India en los talleres de Comercio Justo Colaboración Activa. Gracias a ello no solo han logrado ser autónomas, sino también aumentar su autoestima y reconocimiento social.

Cuaderno artesanal

Este cuaderno ha sido hecho en India, por artesanos y artesanas desfavorecidos (personas discapacitadas, refugiadas, indígenas o de zonas rurales y barrios marginales), que se han unido en la organización de Comercio Justo CRC Exports Private Limited. De esta manera, reciben un precio digno por su trabajo y formación para desarrollar sus habilidades.

Cosmética natural

La manteca de karité, el ingrediente principal de estos productos, ha sido cultivada y procesada por 3.000 mujeres de 38 pueblos de Burkina Faso. Ellas se unieron en una cooperativa y así han conseguido reducir los intermediarios y negociar un precio digno para su producción.

Mochila de tela

Esta mochila ha sido confeccionada en India, por las mujeres de la organización de Comercio Justo Sadhna. Para sus 700 artesanas, formar parte de esta cooperativa ha supuesto un cambio notable en su vida ya que les ha permitido ganar confianza en sí mismas, tomar las riendas de su propia vida e incluso participar en varios grupos socio-políticos.

Chocolate a la taza

El cacao de este chocolate ha sido cultivado en República Dominicana por la cooperativa de Comercio Justo Conacado, que agrupa a 162 pequeñas asociaciones en las que trabajan más de 9.000 agricultores y agricultoras. Los beneficios extra han decidido destinarlos a proyectos como construir escuelas en zonas alejadas o dar becas y material escolar a niños y niñas.

Café

Este café ha sido producido en el norte de Nicaragua por el Grupo solidario Los Alpes-Cantagallo, formado por campesinos que tras ser desmovilizados del ejército en 1990 decidieron unirse para cultivar y comercializar su producto. Sus técnicas responsables contribuyen a la protección de la variada flora y fauna de la zona.

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