Carlos Sobera tiene la fórmula para curar tu resaca
Afamado presentador y actor vizcaíno, uno de los rostros más populares de la televisión, propone para estos días una de sus recetas favoritas: puerros con vinagreta. Además, desvela algunos secretos de la trastienda de sus programas.
Pocos rostros habrá tan conocidos y queridos en España como el de Carlos Sobera. El presentador y actor vasco lleva años repartiendo sonrisas y lágrimas desde la caja que preside el salón (con series como Al salir de clase y programas tan recordados como Quién quiere ser millonario, que le catapultó a la fama en 1999); también desde esas grandes pantallas cada vez más olvidadas (ha participado en películas como El lápiz del carpintero o Bendita calamidad) y sobre las tablas (ahora mismo está de gira con el espectáculo 5 y acción). Y resulta que además de ser tan simpático y divertido como parece desde la distancia, es también todo un señor cocinero. O, por lo menos, lo intenta.
En sus gustos tendrán que ver sus raíces. Natural de Bizkaia (nació en Barakaldo en 1960), su familia por parte materna proviene de Burgos, y su padre, de Huesca. De ahí su inclinación por pinchos “de esos que se dan mucho en los bares del norte: con trozos enormes de bonito y kilos y kilos de vinagreta”. De aquellos pinchos, estos platos que prepara: unos puerros regados con esa exquisita salsa de pimiento verde y rojo, cebolla y vinagre, bien apetecibles para depurar los excesos de estas fiestas.
Acostumbrados como estamos todos, o casi, a verle cantar las uvas el día de Nochevieja (las ha dado seis años, aunque este 2017 se las tomará en casa), también hay algún que otro pueblo que ha podido contar con esa voz y esos gestos tan reconocibles, especialmente ese ya clásico arqueado de ceja, para amenizarles sus propias fiestas. “Muchas veces te invitan a dar el pregón, pero yo solo lo he hecho dos veces: en Medina de Pomar, que es el pueblo de mi madre, y en Barakaldo, que es mi pueblo”, rememora mientras hierven los puerros en plena rotativa de El País, donde tiene lugar esta jugosa entrevista-receta navideña.
Para cuando terminamos de cocinar, falta poco para que comience su programa de Cuatro First Dates. Pero él no se va a casa a verlo. Normalmente, solo revisa los primeros episodios de cada programa que estrena, por aquello de comprobar si le ha “cogido el tono”. Después, opta por no contemplarse en el espejo de la tele. “Prefiero que el director, el productor, el guionista… me digan: mira, creo que estás bien”, desvela.
“Muchas veces te invitan a dar el pregón, pero yo solo lo he hecho dos veces: en Medina de Pomar, que es el pueblo de mi madre, y en Barakaldo, que es mi pueblo”
Hay veces, eso sí, que resulta inevitable pasar por delante de un aparato encendido. “Cuando por ejemplo entras a un bar y de repente te ves, es una sensación curiosa. Ahora, también me ha pasado justo lo contrario: que están poniendo el programa de la competencia. Y da un poco de rabia. Le miras así al barman y dices: ‘Oye, chavalote, pues igual me voy al bar de al lado a tomarme el cortado”, se ríe el presentador, que asegura que los espectadores suelen ser benévolos con los deslices que se cometen delante de la cámara “salvo con las campanadas”: “Ahí, si te equivocas, te cortan la cabeza para toda la vida”.
Bromas aparte, Sobera, todo un camaleón interpretativo, también tiene experiencia actuando en directo. Ahora representa la obra 5 y acción en el teatro Reina Victoria de Madrid, junto con Marta Hazas y Javier Veiga. Sobre ellos, dice: “Les gusta comer más que a mí. Cuando estamos de gira, se conocen todos los restaurantes buenos de las ciudades, y nos ponemos… Cuando fuimos a Pamplona en los sanfermines, nos dimos semejante panzada al mediodía y semejante panzada por la noche, que no sé ni cómo nos salió la función al día siguiente”.
Fuera del horario laboral, el comunicador también es amante de la buena mesa. Sobre todo, cuando ya está puesta: “Me he empeñado en algo y lo voy a hacer: lo mismo que me voy a presentar al First Certificate de inglés, hay cuatro o cinco recetas de mis platos favoritos, como las alubias con almejas o el estofado de lentejas, que tengo que aprender a hacerlas”, promete. Si no, siempre le quedará la vinagreta. “Yo me la comería en un bocata, no necesito chorizo ni nada. Me das cebollita picada, pimiento rojo, pimiento verde y pan, a ser posible integral, y soy feliz”.
Puerros con vinagreta
1,50 euros por persona
Ingredientes
Para 4 personas
- 12 puerros pequeños
- Una cebolla mediana
- Un pimiento rojo
- Un pimiento verde
- Aceite de oliva
- Vinagre al estragón
- Sal
- Pimentón dulce
- Dos dientes de ajo
Instrucciones
Cocer los puerros durante 20 minutos y dejar reposar otros 10. Reservar.
Picar la cebolla y los pimientos finamente y mezclar en un bol. Reservar.
Picar uno de los dientes de ajo finamente y añadir a la mezcla. Frotar el otro diente en el bol para que adquiera el aroma.
Añadir un chorro de aceite de oliva poco a poco y ligar con los demás ingredientes con ayuda de un tenedor. Agregar un chorro de vinagre al gusto y salar. Remover bien.
Abrir los puerros longitudinalmente y rellenar con la vinagreta. Decorar con pimentón dulce al gusto.
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