Ana Boyer se casa con Fernando Verdasco rodeada de todo el clan Preysler
La hija del exministro fallecido y la reina de la prensa del corazón contrae matrimonio en Mustique, el refugio favorito de su padre
En Mustique, a más de 7.000 kilómetros de España, ya se ha casado Ana Boyer con Fernando Verdasco en una boda a pie de playa y blindada para proteger la millonaria exclusiva que la pareja ha firmado con la revista ¡Hola!, la publicación que ha recogido como si de un álbum familiar se tratase la vida de la novia desde que nació. La elección del enclave de la ceremonia no es casual. La isla caribeña fue uno de los refugios favoritos de Miguel Boyer, el padre de la novia, y allí ha vuelto a modo de homenaje para celebrar su enlace con el tenista, con el que comparte su vida desde 2013. La boda se adelantó unas horas a causa del mal tiempo.
La pareja se conocía de vista, pero fue en unas vacaciones en Ibiza cuando comenzaron a salir. Nadie dio en ese momento un duro por su relación. Ana, de 28 años, era entonces demasiado joven y él acumulaba una larga lista de conquistas. Tampoco Verdasco parecía encajar en el perfil de la hija menor de la reina de la prensa del corazón. Ana siempre ha sido más Boyer que Preysler. Como su padre, posee una excelente formación académica. Trabajó en un reputado despacho como economista pero dejó su tarea, en la que se le aventuraba un gran futuro, para seguir por el mundo a Verdasco. La vida de un tenista profesional le obliga a viajar continuamente y ella pensó que si quería que la relación funcionara debía de aparcar su carrera.
Verdasco conoció a Miguel Boyer cuando este estaba ya muy enfermo tras el accidente cerebral que sufrió en febrero de 2012. Su muerte, en 2014, supuso un duro golpe para Ana Boyer. Fue en ese momento cuando Verdasco entró en la familia Preysler como uno más. Ahí están las fotos del entierro del exministro en las que se ve como él hace y deshace en ausencia de Chabeli, Julio José y Enrique, que no viajaron a Madrid para acompañar a su madre y a su hermana pequeña.
La aparición oficial en la vida de Isabel Preysler de Mario Vargas Llosa también supuso un revulsivo en la relación de Ana Boyer y Fernando Verdasco. A ella le costó aceptar la nueva relación de su progenitora. Ambas partes siempre han negado diferencias, pero la tensión que existió es cierta aunque ha disminuido con el tiempo. El Nobel ha sido uno de los poco más de 50 invitados al enlace, y también fue uno de los primeros en llegar a Mustique acompañando a la madre de la novia, encargada de dar los últimos detalles a la organización del evento y quien ha supervisado la exclusiva de la revista.
En un momento en que la prensa del corazón busca reinventarse con la llegada de los medios digitales y cuando resulta muy difícil hacerse con una exclusiva, esta boda tiene todos los ingredientes para ser un éxito. En pocas ocasiones se reúnen todos los miembros del variopinto clan Iglesias-Preysler-Falcó-Boyer. Aseguran que pasan todas las Navidades juntos, pero no hay testimonios gráficos de ello a pesar de que muchos son muy activos en las redes. En esta ocasión, a falta de confirmación oficial ya que no dan información para blindar la exclusiva, han estado todos acompañando a Ana. Incluso Julio José ha ejercido de padrino.
Verdasco es el segundo tenista que entra en el famoso clan, ya que Enrique Iglesias, aunque sin estar casado, lleva con Anna Kournikova 15 años. Los Verdasco son una familia muy popular en Madrid por sus negocios hosteleros. Son propietarios de los dos restaurantes especializados en cocido más conocidos de la capital: La bola y El Café de Chinitas. El clan del cocido, como se les conoce, gestiona además otros dos restaurantes: La Rayúa, en Majadahonda y La Rayúa, en Malasaña. Verdasco tiene dos hermanas, Sara de 30 años casada con Juan Carmona, sobrino de Antonio Carmona, y Ana, de 19 años. A sus 34 años, no le queda mucha vida en las pistas de tenis a quien siempre ha declarado su intención de ser algún día actor. El clan, entonces, ganará así un nuevo artista.
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