Marruecos también sufre para acoger inmigrantes
Los vecinos de un barrio de Casablanca incendian el campamento con subsaharianos


El viernes pasado decenas de vecinos del barrio de Derb El Kébir, en Casablanca, incendiaron el campamento donde malviven desde hace meses cientos de subsaharianos. La agresión sobrevino tras un enfrentamiento en un jardín público entre jóvenes marroquíes e inmigrantes cuyas circunstancias no han sido aclaradas. Las fuerzas de seguridad protegieron a los extranjeros mientras ellos gritaban a sus agresores “¡racistas, racistas, racistas!”.
El guineano Souleymane, de 25 años, contaba este miércoles al semanario Telquel lo que vivió: “Temí por mi vida. Creía que nos iban a asesinar a todos. Gracias a Dios y a la protección de la policía conseguimos escapar de una matanza”. Souleymane, como tantos otros, intentó en su día saltar la valla hacia Ceuta. Y ahora está en Casablanca, sin techo, ni comida ni agua para asearse.
En el barrio tangerino de Hay Al Irfane ya se han registrado también varios enfrentamientos con la población local, el último de ellos hace pocas semanas. La chispa salta a veces. Pero Marruecos sigue haciendo un esfuerzo de acogida evidente. Basta acercarse a las oficinas centrales de la policía en Rabat que tramitan la entrega de tarjetas de residencia. La inmensa mayoría de quienes aguardan la cola son subsaharianos. En 2014 Marruecos se convirtió en el primer país africano en iniciar un proceso de regularización. Fueron concedidos 18.000 permisos de residencia. Este año se abrió otro proceso para otorgar papeles, aunque las autoridades no han informado de cuántos permisos han concedido. La prensa local habla de 26.000 solicitudes, de las cuales se habría otorgado un tercio.
Muchos de los que obtienen los documentos tienen como objetivo final saltar hacia Europa, según comentó a este diario una cooperante internacional que trabaja a diario con decenas de ellos. Pero, en cualquier caso, otros tantos se quedan. O al menos, permanecen en el país durante meses o años.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Sobre la firma

Archivado En
Últimas noticias
Ana Peleteiro anuncia que está embarazada cinco meses después de su aborto: “Nuestro angelito en el cielo nos ha enviado el regalo más grande”
Un brote de gripe aviar en una granja de Lleida provoca la alerta sanitaria en Cataluña
El Gobierno rectifica y elimina la obligación de que los desempleados presenten la declaración de la renta
El grupo de investigación CREA de la UB se disuelve tras las denuncias de acoso
Lo más visto
- El líder groenlandés responde a Trump: “Groenlandia es nuestro país. Nuestras decisiones se toman aquí”
- Comprobar Lotería de Navidad 2025: consulta la lista de números premiados
- El PP de Almeida vota en contra de dedicarle a Robe Iniesta un centro juvenil porque antes quiere hablarlo con su familia
- La revalorización de las pensiones queda en el aire por la negativa de la derecha a apoyar otras medidas sociales
- La Guardia Civil detiene a los dos hombres atrincherados tras matar a dos alemanes en un chalé de Elche




























































