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Tentaciones

Joe Crepúsculo vuelve con un disco de nanas que no superaría el horario infantil

El músico catalán acaba de lanzar su noveno álbum 'Las nanas', doce canciones de corte pop protagonizadas por fantasmas, monstruos o estrellas

Bárbara Mingo

Dice Joël Iriarte que tiene la puntualidad de su abuelo y unos horarios muy estrictos en su estudio de Tirso de Molina. "Estoy trabajando con mucha perspectiva", asegura el músico catalán que está grabando temas para un nuevo proyecto y componiendo canciones para su próximo álbum. Sigue con la idea de celebrar sus diez años en solitario con diez discos bajo el nombre de Joe Crepúsculo, álter ego con el que ha defendido canciones tanto de cumbia como de electrónica pop, se ha intentado desmarcar del indie, lo han encasillado en el bakalao y hasta lo han acusado de apropiación millennial por jugar con el vaporwave en uno de sus videoclips.

Lo cierto es que pocos músicos como Joe Crepúsculo pueden presumir de una trayectoria tan polémica como ecléctica. Porque el álbum que acaba de publicar, Las nanas, entra en la categoría de pop pero abre la puerta a un mundo onírico en el que explora los límites de la canción de cuna para cantarle a los niños. Un vinilo de 10" compuesto por doce "nanas y antinanas" de un minuto, protagonizadas por fantasmas, monstruos y estrellas. Algunas tienen ese sello sombrío del autor, otras no superarían el horario infantil, pero todas podrían servir para afrontar el miedo a la oscuridad. También Joe Crepúsculo dormía de pequeño con la puerta abierta o de vez en cuando "miraba debajo de la cama, pero nunca encontré nada". Aquí tampoco hay nada que temer.

'Las nanas' es el noveno disco de Joe Crepúsculo, con portada de Cristina Daura.
'Las nanas' es el noveno disco de Joe Crepúsculo, con portada de Cristina Daura.

He intentado dormir con tu disco de nanas, pero en lugar de sueño creo que me entraron ganas de salir. ¿Qué ha pasado?

Bueno, imagino el concepto de nana es una cosa que también se puede tergiversar un poco. No tiene que ser algo para irse a dormir, sino simplemente que te hagan soñar o que te haga percibir de otra manera a la realidad.

Este álbum Las Nanas nos ha pillado por sorpresa. ¿Quieres desmarcarte de tu categoría ‘música para adultos’?

Es un disco que llevo guardando desde hace mucho tiempo y se nota por la manera de cantar y por los instrumentos. Normalmente, cuando guardas canciones con el paso del tiempo te acaban desagradando o encuentras cosas que no te gustan. En cambio, han pasado los años y cada vez este disco me gusta más y cada vez veía ese punto que puede conectar con los niños. Tal vez, por el punto naíf que tiene y porque las canciones son muy cortas y creo que a un niño eso le gusta: que venga un estribillo, se acabe y pase a otra canción. Por la manera que tengo de entender la música infantil creo que a los niños les puede gustar más una canción así que una en un formato más clásico.

¿Crees que los niños no tienen un grupo infantil digno?

Si te digo la verdad, no estoy muy metido en el asunto. Yo solo quería hacer unas canciones para niños que tampoco lo fueran tanto. Hay muchos temas que no son de niños. No sé, yo lo enfoco por lo que me apetecía hacer realmente y mirándolos cara a cara, sin pensar que tienes que estar diciendo tonterías de colores y tal.

¿El hecho de que hayas ido guardando las canciones explica la variedad de ritmos que exploras en el álbum?

No tiene que ver con eso porque lo hice en un tiempo muy similar. Yo tenía ganas de hacer esos estilos. Hay canciones más pop y otra con un ritmo más reggaeton, pero todas están unidas por el pop.

Los temas tienen un punto un tanto siniestro, con monstruos, fantasmas, oscuridad... ¿Es más fácil tratar los miedos con una melodía alegre?

Hay un poquito de todo. Sí que es verdad que son unas melodías muy pop, pero por otro lado también tienen un trasfondo un poco siniestro. Aunque se enfoquen desde el punto de vista infantil, hay canciones sobre gente que se está emborrachando, enfermos que te quieren contagiar... Precisamente eso me gustaba, mezclar lo infantil con lo estrafalario y lograr lo siniestro, algo políticamente incorrecto.

Aaron Rux

¿El monstruo de la cueva es una actualización del coco?

No lo había pensado, pero sí. Podría ser el sacamantecas, el coco o también podría ir mucho más allá, ser algo más psicológico.

Y en este mundo onírico que has creado, si tuvieses que escoger, ¿preferirías enfrentarte al monstruo de la cueva o a un hospital de enfermos?

Yo me quedaría con Fiesta de pijamas, tiene un punto muy alegre. Creo que al final es una antinana. El disco está compuesto por nanas y antinanas.

La imagen inicial de esa canción, "déjame atravesar tu ventana antes de ir a dormir", me recuerda al libro infantil El Pequeño vampiro.

Ese no lo conozco, pero el otro día estuve en mi casa familiar y mirando los libros que tenía de pequeño encontré uno que se llamaba Coco ríe. Es como de un dinosaurio que está llorando todo el rato y la gente le intenta dar regalos todo el rato para que se ría. Me llamó mucho la atención.

De pequeño, ¿qué canción te marcó tanto como para hacer un disco infantil?

Me gusta mucho esa música que a los niños les da un poco de miedo. Recuerdo que en los primeros discos de Pink Floyd había una canción en la que sonaban como arrebatos y me daban mucho miedo. También me asustaban las sirenas de algunas canciones de Alan Parsons. Me gustaban mucho las canciones que escuchaban mis padres, música de los setenta como Supertramp o Pink Floyd. Me encantaban, me quedaba como loco. Y sobre todo esas canciones que me daban miedo, esos sonidos que me transmitían terror me gustaban.

"Me gustaban mucho las canciones que escuchaban mis padres y sobre todo esas canciones que me daban miedo, esos sonidos que me transmitían terror, me gustaban"

En tus canciones no solo hablas de oscuridad y monstruos, también de estrellas como Aldebarán, ¿Por qué escogiste esa en concreto?

Porque me encanta, me gusta mucho la astronomía y Aldebarán está en la constelación de Tauro. Es una estrella que puedes ver en invierno y tiene un color precioso. Aldebarán, por el brillo que tiene así rojizo, me alucina.

En la nota que acompaña al disco te comparan con el sucesor de Sandman, la figura que esparce arena por los párpados de los niños para que se duerman. ¿Te gustaría convertirte en un ídolo infantil, como la Leticia Sabater de los noventa?

Umm… creo que no. Yo también la veía, pero no era la Leticia Sabater de ahora. Lo que me gustaría es que es que este disco diera paso a que se lo pusieran, se lo pasaran bien, tuvieran una infancia buena… No sé, tampoco creo que sea solo para niños, creo que lo puede escuchar más gente. Cuando terminas un disco y le pones una portada, -que la ha hecho Cristina Daura y ha quedado preciosa- ya te desentiendes un poco y piensas: que le den el uso que quieran. Espero no ser una Leticia Sabater.

Cuando escuchas el disco da la sensación de que empieza en canciones más pop, más alegres, y evoluciona hacia temas más oscuros. ¿Sigue las fases del sueño o el orden es casual?

Realmente hay un trayecto. No es casual, por ejemplo, que termine con la canción No te duermas rata, que la verdad es una cosa muy rara, ninguna persona con dos dedos de frente le cantaría eso a un niño… Pero es un viaje de conocimiento que empieza con las canciones más pop, más alegres y que va terminando con otras más siniestras o oscuras. Sería como una especie de viaje a lo siniestro, un viaje a la oscuridad que termina con un poco de inconformismo. Bueno, esa era la idea que tenía, marcar esa trayectoria que por otro lado es muy corta. Ya has visto que dura como un cuarto de hora.

Hablando de oscuridad, ¿tenías pesadillas de pequeño?

Pesadillas no, pero siempre soñaba con una especie de parque de atracciones. Tenía clarísimo donde estaban las cosas, los sitios, todo... Era como una especie de ciudad. No sé si existe o es algo que está ahí, ni si en algún momento se podía convertir en una pesadilla, pero sí que es un sueño muy repetitivo. De mayor volví a soñar con él. Y bueno, iba paseando, viendo los sitios, las tiendas, los puestecillos...

¿Y ahora que es lo que te quita el sueño?

Duermo bastante bien, la verdad. No quiero que se malentienda, lo digo de la manera más realista posible. La verdad es que trabajo durante el día y no soy de los que se dejan trabajo de noche. Soy muy estricto con los horarios.

¿Tienes pensado hacer una gira con conciertos para niños?

En principio no. Tendría que ver como es la acogida, o si los niños me lo tiran a la cabeza.

Joe Crepúsculo toca jueves 30 de noviembre en la sala Sidecar (Barcelona), el 16 de diciembre en la sala REM (Murcia) y el 22 de diciembre en el Gran Café (León).

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