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La estrella de David y la cruz de la Luftwaffe vuelan juntas

La Fuerza Aérea de Israel coordina con siete países sus mayores maniobras de combate

Juan Carlos Sanz
Unidades militares aéreas de varios paises participan en estas maniobras de entrenamiento del Ejército israelí.
Unidades militares aéreas de varios paises participan en estas maniobras de entrenamiento del Ejército israelí.ABIR SULTAN (EFE)

En un ejercicio de reconciliación histórica sin precedentes, cazas Eurofighter identificados con la escarapela de la Luftwaffe —un emblema emparentado con la Cruz de Hierro prusiana que ensalzaron los nazis— sobrevuelan el desierto del Negev junto a F-15 que muestran en el fuselaje la estrella de David de la Fuerza Área de Israel. La aviación de combate alemana participa por primera vez en las maniobras internacionales Bandera Azul que reúnen en la base de Uvda, en el extremo sur del territorio israelí, a 35 aeronaves de siete países y a otras tantas israelíes, así como a un millar de pilotos, militares y técnicos.

La cruz que evoca el reciente pasado de Alemania y la estrella que estigmatizó entonces a los judíos no han sido los únicos símbolos que llamado la atención sobre el cielo de Tierra Santa en la última semana. Las escarapelas tricolores de los Mirage 2000 franceses y de los Súper Hércules C-130J de India han surcado también el espacio aéreo más vigilado de Oriente Próximo.

Los aviadores galos no habían sido vistos por el Estado judío desde 1956, cuando una fallida operación militar emprendida conjuntamente con Francia y Reino Unido intentó revertir la nacionalización del Canal de Suez decretada por el presidente egipcio Gamal Abdel Nasser. Los pilotos y comandos indios llegados en los aviones de transporte de operaciones especiales también son nuevos en las bases áreas israelíes.

La presencia, más habitual, de aparatos de combate de Estados Unidos y de cazas procedentes de Italia, Grecia y Polonia, refleja según el diario Haaretz la creciente coordinación de la Fuerza Aérea hebrea con países miembros de la Alianza Atlántica, así como con la pujante India del primer ministro Narendra Modi. En un momento de creciente tensión regional entre Irán y Arabia Saudí escenificada en el vecino Líbano, el masivo ejercicio de diplomacia de reactores que ha atronado los cielos del Negev envía poderosas señales sobre la consistencia de las alianzas de Israel.

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Sobre la firma

Juan Carlos Sanz
Es el corresponsal para el Magreb. Antes lo fue en Jerusalén durante siete años y, previamente, ejerció como jefe de Internacional. En 20 años como enviado de EL PAÍS ha cubierto conflictos en los Balcanes, Irak y Turquía, entre otros destinos. Es licenciado en Derecho por la Universidad de Zaragoza y máster en Periodismo por la Autónoma de Madrid.

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