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Tentaciones
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John Pham, el dibujante vietnamita que hace cómics en formatos chiflados

El creador recibe esta noche en Madrid el premio Puchi Award por su trabajo 'J+K', un libro en el que experimenta con imaginería pop, vinilos, stickers, fichas y videojuegos

John Pham (Vietnam, 1981) habla con especial cariño de su “preciosa máquina de risografía” con la que ha impreso tantas historias y fanzines. “No es muy popular, pero tiene unos resultados estéticos increíbles”, reconoce. Le gusta experimentar con los límites del papel hasta que algo se rompe, y concibe cada uno de sus trabajos como un objeto de culto. Su último cómic, J+K , combina sus viñetas con toda la imaginería pop que ha sido capaz de colar entre sus páginas: vinilos, stickers, fichas, videojuegos...

Por eso no resulta extraño cuando el dibujante asentado en Los Angeles y autor de la cubierta de Kramers Ergot en 2016 -la antología de cómic más importante de las  últimas décadas- reconoce lo feliz que le hace su trabajo: “Hace más o menos cinco años me dije: vale, estoy haciendo lo que se supone que debo hacer”. Como tampoco nos sorprende que su última obra haya conseguido el Puchi Award, el galardón creado por Fulgencio Pimentel (quien edita sus obras en España) y la Casa Encendida con el que intentan reconocer las propuestas más arriesgadas y brillantes del sector. De hecho, el riesgo no falta en la obra de Pham. "Estoy un poco nervioso porque están teniendo ciertos problemas con la producción. Siempre que asumo un proyecto intento forzar los límites, ver hasta donde es posible llegar. He intentado hacer algo bonito, incluyendo nuevos materiales, y ahora estoy un poco preocupado... pero bueno, así es mi vida", asume el autor con resignación.

En cuanto a narración, J+K es un artefacto nostálgico y un tanto autobiográfico en el que narra la historia de dos adolescentes que comparten inquietudes, problemas y muchas preguntas sobre cómo sobrevivir en el mundo moderno. Una obra que muchos sitúan entre Peanuts y Seinfeld, y cuyas protagonistas son Jay y Kay, las dos chicas huérfanas a las Pham dio vida en su fanzine Exposy a principios de siglo. "Antes de esa historia hice muchos cómics serios y dramas para lectores adultos, así que quería crear unos personajes divertidos", explica el autor, que bautizó a sus protagonistas con la primera inicial de su nombre y el de su mujer, Kacey. "En inglés suena como 'just kidding', lo que dices cuando estás haciendo algo estúpido. Así que me pareció también el título perfecto para el libro". Por eso J+K aborda preocupaciones adultas como el trabajo, la cultura de consumo y la paternidad, pero lo hace con esa gracia e inocencia apta para todos los públicos.

No solo sus personajes son un reflejo de Pham, de aspecto desgarbado y trato amable, también los espacios en los que se desarrolla la historia profundizan en esa era pre Internet en la que creció. “Mis padres eran refugiados que se mudaron a los Estados Unidos. Trabajaban muy duro, así que la mayor parte del tiempo yo no tenía supervisión. Me daban diez dólares y pasaba todo el día en el centro comercial con mis amigos, cuyos padres hacían lo mismo. Había muchas librerías y podías leer libros todo el día. Era como una biblioteca, donde también había juguetes y videojuegos. Cuando eres pequeño es un sitio mágico", recuerda el ilustrador, cuya visión también ha cambiado bastante. "Hay demasiada gente y solo piensan en vender, comprar y obtener beneficios. Además, en los centros comerciales de América ya no hay librerías, a causa de Amazon. Ahora son sitios muy aburridos". Lo que no ha cambiado ha sido su fascinación por los animales, que también queda plasmada en las páginas en este libro. "Hay una historia sobre perros y gatos que me encanta. Me gustan mucho los animales, he tenido muchas mascotas y disfruto mucho dibujándolos".

John Pahm se ha hecho un hueco en el mundo del cómic gracias a la serie Sublife, dos volúmenes publicados en Estados Unidos por Fantagraphics Books -lo que significa, según los entendidos, que igual no vendes mucho pero perteneces a la vanguardia-. Una serie de ciencia ficción (su género favorito) en el que recrea escenarios postapocalípticas para abordar cuestiones políticas y sociales como los límites del poder, el capitalismo o el racismo; y que de momento no piensa retomar. "Creo que he cerrado esa etapa. Estoy en un punto distinto de mi vida y me gusta mucho lo que estoy haciendo ahora. Quizás cuando sea viejo la recupero, pero aún no". Para Pahm cualquier expresión artística implica un posicionamiento político, y aunque no ha dejado de introducir ligeramente estos planteamientos, la nostalgia se ha convertido en su fuente de inspiración y su próximo trabajo estará centrado en los VHS. "Solo quiero seguir trabajando, seguir haciendo buenos trabajos. Mi sueño es que un día pueda establecerme en la industria de la animación y hacer comics a tiempo completo".

Puchi Award

"Cualquier premio o cualquier palabra es importante. Es como si unas personas me dijeran: “¡hey! Esto es bueno, estás haciendo un buen trabajo”. Los premios son aburridos, pero siempre está bien", reconoce el dibujante, que recibe esta noche en la Casa Encendida el Puchi Award por el original formato de 'J+K'

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