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Columna
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Tarde y mal

Dada la incompetencia de este y anteriores gobiernos, lo que diga el golpista es indiferente. Le volverán a regalar un jamón

Carles Puigdemont durante la reunión del Consejo Ejecutivo del Gobierno de la Generalitat.
Carles Puigdemont durante la reunión del Consejo Ejecutivo del Gobierno de la Generalitat. Massimiliano Minocri

Para cuando entrego esta columna aún no se sabe si el Gran Timonel proclama la Neopatria o la deja cocer a fuego lento. Da lo mismo. Estoy persuadido de que Rajoy le obsequiará con varias semanas más para que siga comprando diputados en Bruselas, periodistas neoyorquinos, mediadores ruinosos o chefs de la butifarra. Es colosal los miles de millones que ha ido situando la Generalidad en opinión pública extranjera durante estas décadas. Si a eso se añade los centenares de profesores que ha situado en las universidades del mundo, los extranjeros invitados, premiados, agasajados o corrompidos, la cifra, descomunal, ha causado efectos desastrosos. Lo más bonito es que la hemos estado pagando los españoles. Y mientras tanto nuestros servicios de inteligencia y los de exteriores juegan al mus.

Dada la incompetencia de este y anteriores gobiernos, lo que diga el golpista es indiferente. Le volverán a regalar un jamón de bellota. “¡Esto les hace felices, Mariano!”. Pero diga lo que diga el zelote o Mariano, de nada valdrá, porque lo único útil sería recuperar el mando de los Mozos, suprimir la independencia educativa, depurar los colegios donde los matones abusaron de los niños como engranajes de su codicia, sustituir a los rectores talibanes, cerrar los medios de información corrompidos, en fin, una tarea imposible de llevar a cabo sin convicción y coraje. O sea, improbable con el pocovale de Sánchez.

Algunos de ustedes, más o menos equidistantes, estarán pensando: este imbécil quiere que las hordas incendien Barcelona. Miren, eso no sucederá o sólo un poco. Los de la CUP no son los franceses de 1968. Ellos tampoco pudieron tomar el poder. ¡Y tenían de su lado a los obreros! Así que, ¿ha hablado ya el fantasma? Pues da lo mismo.

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Sobre la firma

Félix de Azúa
Nació en Barcelona en 1944. Doctor en Filosofía y catedrático de Estética, es colaborador habitual del diario El País. Escritor experto en todos los géneros, su obra se caracteriza por un notable sentido del humor y una profunda capacidad de análisis. En junio de 2015, fue elegido miembro de la Real Academia Española para ocupar el sillón "H".

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