_
_
_
_
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Belleza asimétrica

QUERIDO IWAO. No nos conocemos en persona, pero veo tu programa de televisión desde hace años. Me gusta la cocina japonesa y me gusta, sobre todo, ese compromiso nipón en tus dedos; la forma de armar los platos como si bordaras el nombre de un hijo en un uniforme de escuela. En cualquier caso, no es eso lo que quiero agradecerte ahora. Escribo, en realidad, para hablar de aquella vez en la que dijiste al pasar una frase que no olvido: “Es bello lo completamente simétrico, como lo es lo profundamente asimétrico”. Después seguiste hablando y disponiendo piezas de sushi en una base de loza, pero esa línea ya había sido soltada al aire. Esa es la receta que aprendí./

He crecido sobre la pregunta de la simetría. Si yo fuera un iceberg, “simetría” sería una de las pocas palabras que estarían debajo sosteniendo todo. Nací con una cara en cierto modo irregular, y desde el momento en que me reconocí distinta la belleza se convirtió en algo mayor que una cualidad. Era, más bien, un registro ontológico: una concepción que originaba mundos, y a la que debí sobreponerme, con más o menos eficacia, a lo largo de toda la vida. Porque mis días corrían con normalidad —tuve novios, amigos, marido, hijo, separación, un amor nuevo: bailé, querido Iwao, la danza espástica que bailamos todos—, pero adentro había un miasma con el que luchaba cada vez que un comentario me arrojaba, como una resaca, a los márgenes de lo deseable.

Dijiste al pasar una frase que no olvido: “Es bello lo completamente simétrico, como lo es lo profundamente asimétrico".

“La belleza es simetría”, decían los personajes de Nip/Tuck, esa serie de cirujanos plásticos. “En toda cultura, simetría y belleza parecen consustanciales”, dice el físico Leon Lederman en su libro La belleza y la simetría del universo. Inventos de la pantalla y académicos centrados en el cosmos coincidieron siempre en que los modelos pares son, en síntesis, tranquilizadoras fuentes de placer. Frente a eso, Iwao, no alcanzaba con hacerme amar o con tirarme a un batallón de señores. Yo necesitaba un principio filosófico, un vector que me pusiera en línea con las armonías del mundo.

Y entonces apareciste vos con tu verdad al paso mientras trabajabas con las piezas de arroz. Y sé que al escucharte sentí que algo, al fin, se acomodaba.

En Japón —lo sabrás— hay una técnica que representa lo que para mí ocurrió esa tarde. Se llama kintsugi, y consiste en tomar una cerámica rota y —en vez de recomponerla intentando disimular las grietas— pegar y resaltar las uniones entre las partes con resina espolvoreada con oro: transformar el error en el origen del arte. Debe ser que en Japón, con tanto sismo, han debido aprender a construirse en la falla. Pero más allá de las razones, creo que eso —kintsugi— es lo que hiciste conmigo. Luego terminaste el plato y fuiste a tanda comercial, pero yo me quedé a tu lado, incompleta y tranquila. De esa rara entereza nace hoy mi gratitud.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_